
Hoy volvemos a hablar con un joven tecnico catalan, que tras su paso por equipos de su tierra y un periplo por tierras mexicanas, nos trae su nuevo libro en el que se abre y habla sobre esto que tanto le apasiona, el futbol base.
Vamos a conocer este nuevo proyecto de Lluis Crespo , que recomiendo tener en vuestras estanterias, ya que si eres amante del futbol base, no puede faltarte.
¿Qué te inspiró a escribir un libro sobre tu experiencia en el fútbol base?
Fue mi amigo Pep Marí, que a muchos os va a sonar de las redes sociales, donde nos regala contenido que nos ayuda mucho. Un día, comiendo con él, me propuso hacer un libro sobre el entrenador de base; me dijo que era la persona indicada para hacerlo, como me quiere.
Acepté porque me gustan los retos; nadie me dirá nunca que no soy capaz de algo, porque si me lo dicen, me motivo mucho más y me acerco a lograrlo. Cuando hablo del concepto capacidad, me refiero a lo que puedo alcanzar desde mi talento y vivencia. No me retes ahora a ganar el Programa de La Voz, jajaja.
¿Qué esperas que los lectores aprendan de él?
Me encantaría ayudarles a tener recursos como entrenadores de base y ayudarles a reflexionar sobre esta profesión. En el libro hablo sobre cómo comunicarse con los niños, la dirección de entrenamientos o partidos, los valores que debe tener un entrenador de base, formar o ganar, intentó desmontar mitos del deporte base y me he atrevido a hacer un decálogo para formadores y familias.
Me encantaría que les sirviera para abrir más su corazón y mente desde la escritura de una persona que sufrió mucho bullying de pequeño por tener sobrepeso y eso le excluyó de la práctica deportiva. Tras caer en una fuerte depresión, poder ser entrenador de base le ha devuelto las ganas de vivir.
¿Cómo ha sido la transición de entrenar en Cataluña a trabajar con un equipo en México?
Hacía bastante tiempo que mi cuerpo y mi cabeza me pedían probar algo muy diferente a lo que estaba acostumbrado. Sabía que eso pasaba por salir de mi zona de confort para poder valorar más lo privilegiado que soy de tener una gran familia, un techo, la casa limpia, tener agua caliente y un plato de comida en la mesa hecho por la persona que más quiero en el mundo, mi madre.
Estos primeros meses están siendo un aprendizaje brutal como persona y profesional y cada vez me siento más orgulloso de la decisión que tomé hace unos meses de venir a entrenar a México. Me ha hecho entender que todos los niños en el mundo necesitan cariño y energía positiva, que sean de donde sean son inocentes y transparentes, así que esto va de educación, no de cultura.
Tengo cada vez más ganas de transformar vidas para bien.

¿Cuáles han sido los mayores retos y diferencias culturales que has encontrado?
Como persona, el poner una lavadora, hacerme la comida o tener la casa limpia era uno de los objetivos cuando di el paso. Sobre las diferencias culturales, tengo la sensación de que en muchas ocasiones no se dan cuenta del potencial que tiene el país. Me estoy enamorando de México.
Es un país mágico. Por poner un ejemplo, en España vamos a cada Eurocopa o mundial pensando que ganaremos y aquí es todo lo contrario, no confían en ellos. Hay que ayudarles a que lo hagan. Como entrenador, me he encontrado dificultades como los campos que son mucho más pequeños que en España, sin vestuarios, sin un balón regulado, sin banquillos o zonas para calentar, y no me gusta que las ligas sean privadas y no controladas por la federación.
Aunque entiendo que el negocio es diferente al que estoy acostumbrado. Si consigo trascender en algo durante mi paso por el deporte base de México, me sentiré lleno.
En tu experiencia, ¿cuáles son las principales diferencias en la formación de futbolistas jóvenes en España y en México?
Como comentaba anteriormente, el tema de las instalaciones es muy limitante; al ser ligas privadas, no se exige tener titulación de entrenador y te das cuenta de la importancia de estar formado. A nivel de juego tienen muchos problemas a la hora de ubicarse; les falta tener amplitud y profundidad, pero el problema reside al jugar fútbol 7 o 9 en campos más pequeños que uno de fútbol sala en España.
Tengo la suerte de estar en la academia de fútbol con la mejor metodología de la zona. Viendo cómo juegan los equipos rivales, me preocupa cómo deben entrenar. Mucho desorden y sin tener una idea de los procesos formativos.

¿Qué aspectos formativos crees que se deberían adoptar o mejorar en cada país?
En la academia en la que estoy trabajamos con la teoría escalonada de Roth y la verdad es que es muy buena. Esta va de trabajar situaciones 1v1 o 2vs1 durante gran parte del entrenamiento en prebenjamines, 2vs2 o 3vs2 en benjamines, y tenemos prohibidas las tareas con filas. Todo el entrenamiento debe ser dinámico.
Estos meses me ha dado por pensar en muchas tareas que nunca hubiera pensado, como hacer la araña y que pisen el balón dentro de un aro para poder pasar. Me ha hecho entender que en España se deben mejorar mucho los entrenamientos, enfocarlos más al juego y respetar procesos como el divertirse, pasando por el aprendizaje y acabando con la competición. En México deberían mejorar mucho en la comprensión durante la competición.
¿Qué principios o valores consideras esenciales en la formación de futbolistas jóvenes?
Aprovecho esta pregunta para compartiros un párrafo hecho por mi amigo y referente Pep Marí en el prólogo de mi nuevo libro. Dice así… Desde el punto de vista psicológico, un entrenador necesita cuatro habilidades: autocontrol, liderazgo, gestión del entorno y pedagogía.
Primero, autocontrol para dominar sus emociones y poder rendir así a su nivel, como técnico. Sin autocontrol, no hay entrenador. Después, liderazgo para dirigir a sus jugadores y sacar de todos ellos su mejor versión.
A continuación, gestión del entorno, para que no reste en el rendimiento de su equipo. Y, finalmente, cuando todo lo anterior está ya conseguido, pedagogía para enseñar el deporte a sus pupilos. El deporte: hábitos, valores y recursos.Compartir sus pensamientos es dar la respuesta adecuada a esta pregunta.

¿Cómo los implementas en tu día a día como entrenador?
No paro de comerme la cabeza para ser cada vez una mejor versión como entrenador. Hay cosas a las que no les damos importancia en el día a día y podemos cambiarles mucho la vida a los niños que entrenamos. Ellos le prestan atención a lo que sienten como una novedad, por eso he cogido el hábito de chocar las dos manos antes o después de entrenar, hacer un grito al acabar el entrenamiento o incluso sentarme a su altura cuando hablo con ellos; no pasa nada por sentarse en el suelo si la situación lo requiere.
Luego hay otra cosa que pasamos muy en alto, las injusticias. Para ellos hay cosas que son injustas y para nosotros no, como compartir equipo con X compañero o que el portero le pare un chute a él y al compañero no. Si queremos hacer un buen trabajo como formadores, debemos saber las virtudes y defectos de los niños que entrenamos y a partir de allí actuar. Tengo un niño que se frustra cada vez que pierde el balón; seguiré insistiendo para que no tire la toalla en esa situación!!!
¿Qué papel juegan los padres en el desarrollo de un futbolista base y cómo manejas su influencia en el proceso formativo?
Los padres tienen más influencia que los entrenadores. No hay que ser bobos. Son el referente número uno de los niños que entrenamos, y el éxito viene si como entrenadores vamos de la mano con ellos o fracasaremos si los ven como enemigos…
Ellos quieren que su hijo llegue a casa y hable maravillas de su entrenador y explique lo bien que se lo han pasado entrenando o jugando. Quieren la felicidad de sus hijos a toda costa. Esto pasa por dar nuestra mejor versión con ellos; no hay más misterio.
Si lo hacemos, podemos tener la mente tranquila. Y el que no lo vea así es que no sabe de qué va la educación, así que no es nuestro problema; es el suyo. Sobre nuestra relación con las familias, frontal, honesta y sin contradicciones.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta un entrenador de fútbol base a la hora de gestionar grupos de jóvenes con diferentes personalidades y talentos?
Ahora mismo, el mayor reto al que nos enfrentamos los entrenadores de base es la frustración por falsas expectativas de las familias de los niños y los propios entrenadores. Somos una generación muy sensible y que quiere mostrarse de una manera diferente a la que es. No aceptamos que nos digan las cosas a la cara o que otros destacan más que nosotros, aparte de quererlo todo de forma inmediata. ¡Hay que normalizar el fracaso, no pararemos de fracasar en nuestra vida!
¿Cómo lidias con la presión que muchas veces existe por obtener resultados a corto plazo en el fútbol base, cuando el objetivo debería ser el desarrollo integral de los jugadores?
En mis primeros años como entrenador de base, me sentía muy condicionado con el tema de los resultados, la sinceridad siempre por delante. Me he ido dando cuenta de que hay muchos factores en el deporte base que pueden condicionar un partido, como el clima, las enfermedades o la instalación donde vayamos a jugar.
Un día me planté y dije que un resultado no va a marcar mis capacidades como formador. Hay cosas mucho más importantes para dedicarnos al deporte que ganar con niños que apenas empiezan a correr, como saber comunicarse bien con ellos, ayudarles a socializar o adquirir hábitos. No nos deben afectar los comentarios de aquellas personas que son intrascendentes en nuestra vida; hay que ir a muerte con aquello que creemos que está bien y aceptar las correcciones que nos puedan ir haciendo.

¿Cómo ha influido tu formación y experiencia en Cataluña en tu enfoque como entrenador en México?
Ha influido en adaptarme con rapidez. Lo difícil no es que te llegue una oportunidad, es estar preparado para cuando llegue. Si no me hubiera preparado y formado, no estaría yendo tan bien como creo que está yendo. Formaos, leer, atreveos, viajad y conoced gente; que nunca os tiemble el pulso por pedir un café con aquel de quien creáis que podéis aprender de él. Es mi recomendación para crecer como entrenadores.
¿Has adaptado tus métodos o estrategias al entorno mexicano?
El método es universal; he tenido que ir adaptando mi forma de relacionarme con el jugador de la academia. Me dedico a ello y eso me hace estar en relación con niños de 3 años hasta 15 años; toco todas las edades.
El mexicano es una persona muy servicial y respetuosa con la autoridad; es la educación que reciben los niños, aunque también son muy vivos y buscan la manera de dominarte. En cambio, en España, somos más maleducados y decimos las cosas como las creemos; es la educación que reciben los niños y es como viven. Aunque está claro que si queremos dominar un equipo debemos ser honestos y auténticos con ellos, que huelan que creemos aquello que decimos y hacemos.

A lo largo de tu carrera, ¿has tenido algún jugador o equipo que haya marcado un antes y un después en tu forma de ver el fútbol y el entrenamiento?
Fue justamente la temporada pasada cuando volví al club de mi pueblo, mi querido CF Vilanova del Camí, donde disfruté más. tras un año de muy malas experiencias. Quería llegar a todo, y no llegaba a nada. Volver a casa era empezar de 0, una de las mejores decisiones de mi vida.
Me dediqué a disfrutar y dar lo mejor de mí. Esa es la clave para conectar con ellos. Lo que más valora una persona de cualquier edad es tu actitud con ellos, que les contagies ilusión y energía. Hay jugadores con los que he conectado mucho; sería desleal conmigo mismo si menciono alguno y eso me lleve a olvidarme de otros.
Tu libro está enfocado en tus experiencias, pero ¿qué aspectos del fútbol base sientes que aún necesitan más discusión o cambios estructurales, tanto en España como en México?
Mi nuevo libro va dirigido a cualquier entrenador, sea del deporte que sea; siento que se debe mejorar la situación laboral de ambos países; estoy cansado de escuchar que es un hobby; tenemos en nuestras manos a niños y mucho trabajo por hacer.
Hay que dejar de permitir que cualquiera entrene en la base; no sé por qué no se pide un test psicotécnico a aquellos que quieren ejercer; todo va de la mano. No quiero avanzar mis cosas, porque tengo muchas ganas de que lo descubran leyendo esta obra literaria que muero de ganas de que se publique ya.

Para futuros entrenadores y entrenadoras que trabajan o quieren trabajar en el fútbol base, ¿qué consejo clave les darías basándote en tu trayectoria y en el contenido de tu libro?
Que disfruten cada entrenamiento y partido, que den lo mejor de ellos porque no sabemos cuándo será el último. Soy de una mentalidad de vivir cada día como si fuera el último; somos unos afortunados de poder hacer aquellas cosas que nos gustan, como ser entrenadores.
Valoremos más todo lo que tenemos; este sería mi consejo. Nos vamos a encontrar con muchas situaciones desagradables y personas que no van a ver la vida como nosotros; es parte de la vida. ¡¡¡Que todo lo que creamos injusto no nos haga abandonar aquello que nos apasiona!!! En mi caso, ser entrenador es como un hijo. Que nadie se atreva a tocar mi camino como entrenador.
¿Que es para Lluís el Futbolverdadero?
Es un espacio hecho por una gran persona que aplica el valor de la generosidad como es Xabi para dar altavoz a las experiencias y sentimientos de esos entrenadores que no tienen el medio para expresarse al mundo exterior. No tenemos la repercusión necesaria para hacerlo de otra manera; hacen falta más iniciativas de este tipo.
Me gustaría agradecerle mucho su trabajo, porque detrás de esto hay muchas horas dedicadas y esfuerzos a cambio de ninguna ganancia económica, si no por el amor al ser humano, en este caso a las personas que tenemos como vocación formar desde el deporte.

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