
Hoy en Futbolverdadero vamos a hablar con un técnico cántabro con amplia experiencia en los banquillos y en los que últimamente con éxito en categoría semiprofesional.
Conozcamos el trabajo, la experiencia dentro de los banquillos de Ezequiel Loza.
¿Quién es Ezequiel Loza?
Pues un apasionado por el fútbol, que, a través de mucho trabajo y dedicación, he conseguido hacer de lo que más me gusta, mi profesión, primero como jugador y ahora como entrenador.
¿Qué te inspiró a convertirte en entrenador de fútbol?
Como jugador, yo era de los que me gustaba ayudar a mis compañeros en el campo y en el vestuario, y siempre tuve curiosidad por el juego y los aspectos que podían ser claves en su desarrollo. Podemos decir, que siempre tuve claro que quería intentar ser entrenador. Creo que es una profesión vocacional y yo tenía vocación por serlo.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentaste al empezar a entrenar en categorías inferiores?
Pues seguramente crear mi propia forma de entrenar, mi sello personal. La forma de relacionarme con los jugadores, de transmitir mis ideas, de desarrollarles, de construir un modelo de juego… Siempre he sido un autodidacta y todo se basa en experimentar, analizar y decidir cómo te gusta más hacer las cosas, y poco a poco vas creando tu propia forma de entrenar.

¿Cómo manejas la presión de obtener buenos resultados en una liga semiprofesional?
Intento evadirme de cualquier presión y centrarme en el desarrollo del jugador y del equipo, y esto, hasta la fecha, ha tenido como consecuencia buenos resultados.
Actualmente, trabajo en un filial donde el foco no está en los resultados, sino en el trabajo individual y colectivo bien hecho. Lo que sí somos exigentes es, en que ese trabajo tenga reflejo en unos resultados que nos hagan seguir confiando en lo que hacemos, y conseguir hacer crecer a los jugadores intentando mirar hacia arriba en la clasificación y no hacia abajo, lo cual hasta ahora estamos consiguiendo.
No tenemos que olvidarnos que el fútbol no es exhibición, sino competición, y al final, ganar es lo que le van a pedir a cualquier jugador, juegue en el equipo que juegue.
¿Qué diferencias clave has notado entre entrenar en niveles inferiores y en categorías semiprofesionales?
Fundamentalmente, el nivel de los jugadores y equipos, y lo que esto te demanda. En nuestro caso, recibimos jugadores muy jóvenes, que vienen de jugar en categoría juvenil, contra jugadores de su edad y tenemos que conseguir desarrollarles para competir al nivel de una categoría y unos rivales profesionales, muchos con gran experiencia, donde cada fin de semana hay un partido muy exigente a todos los niveles.
¿Cómo te mantienes actualizado con las últimas tácticas y estrategias en el fútbol?
Fundamentalmente, viendo mucho fútbol, de cualquiera categoría. Después me gusta estar al día de todas las informaciones relacionadas con el fútbol, ahora tenemos mucho acceso a esta información.
También soy profesor de la Escuela de Entrenadores, lo cual me hace estar en contacto con las nuevas generaciones de entrenadores. Me gusta acudir siempre que puedo a toda clase de Cursos, Charlas, Conferencias…,
Y, además, siempre que puedo, me gusta ver trabajar a otros compañeros, hablar y debatir, con aquellos que tengo confianza.


¿Qué importancia le das al desarrollo individual de cada jugador en comparación con el éxito del equipo?
Mucha. En nuestro caso, al ser un filial, el desarrollo individual del jugador, es algo a lo que damos muchísima importancia, pero creo que en cualquier equipo es algo que siempre va a generar un rendimiento añadido.
Tiene que ir unido al desarrollo colectivo del equipo y cuanto mejores sean los jugadores, mejor desarrollarán lo que les pides, y la suma de todo, hará mejor al equipo.
¿Cómo gestionas las relaciones y la comunicación con los jugadores, especialmente en momentos de tensión o conflicto?
Con sentido común, intentando aportar la tranquilidad necesaria y siempre priorizando el respeto entre miembros del equipo y el compromiso con el grupo, por encima de los egos y los caprichos individuales. A partir de esas premisas, me gusta intentar conseguir que todos interioricen ese respeto hacia el compañero y compromiso con el equipo, como algo propio.
¿Cuál es tu enfoque para preparar mentalmente a los jugadores antes de un partido importante?
Es algo más del día a día, creo que el aspecto mental también es algo que vamos trabajando todos los días, de manera que cuando llegue el día del partido, los jugadores se sientan preparados mentalmente para afrontar la competición.
Con nuestros mensajes diarios, reforzados el día del partido, vamos forjando un carácter grupal que después se representará en el equipo, durante los partidos.


¿Podrías compartir un momento o logro en tu carrera como entrenador que consideras especialmente significativo?
Por suerte, como entrenador ya tengo una trayectoria extensa, con muchos momentos bonitos: ascensos, victorias en partidos de Copa ante rivales de superior categoría, play-offs de ascenso…
Pero creo que lo conseguido aquí en el Rayo Cantabria, jugando 2 play-offs de ascenso en 3 temporadas, con jugadores tan jóvenes, y además aportando jugadores al primer equipo, es algo muy relevante.
El partido de play-off que jugamos en el Sardinero contra el U.D. Sanse, con nuestra afición animando como lo hizo aquel día, me hizo sentirme muy orgulloso de nuestros chicos, del trabajo que estamos haciendo con ellos, y de pertenecer a este gran Club. Fue un subidón vivir aquel partido.
¿Cuáles son tus metas a largo plazo como entrenador, y cómo planeas alcanzarlas?
La vida me ha hecho darme cuenta de que el largo plazo no existe, así que me centro en el día a día, en intentar ser mejor entrenador cada día, y en ir sacando adelante los proyectos que me pongan en las manos, siempre, con mucho trabajo y honestidad. Mi meta es seguir siendo profesional del fútbol, e ir cada mañana a entrenar con la misma alegría e ilusión con la que llego ahora a diario a las Instalaciones Nando Yosu.
¿Qué es para Ezequiel el Futbolverdadero?
Para mí el fútbol es todo. Es un deporte que me ha enseñado unos valores como son el trabajo diario, la honestidad, el afán de superación, el compañerismo, y como además, se suele perder más que ganar, y también a veces me ha tocado ser suplente o no ir convocado, me ha enseñado también a superar la frustración, a levantarme al día siguiente tras cada desilusión y seguir trabajando para ser mejor cada día… Por eso siempre recomiendo practicar este deporte a los niños, ya que es una forma de adquirir valores fundamentales para la vida de cualquier persona.

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