
Hoy hablamos con un entrenador gallego con amplia experiencia dentro del futbol base nacional e internacional ya que ha dirigido en otros países incluso en Senior como esta actualmente y también en la dirección deportiva del futbol base.
Hablamos del trabajo, la experiencia y opinión de Abel Lorenzo.
Para empezar, Abel, cuéntanos un poco sobre ti. ¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol y qué te llevó a ser entrenador?
Mis inicios se remontan a los 5 años en el equipo de fútbol sala del colegio. Tengo vagos recuerdos de cómo empezó o como llegué a inscribirme en el equipo, pero si recuerdo ir al colegio con un balón en los pies y quedarme por las tardes jugando con mis compañeros.
Después, a los 8 años, mi primer club de fútbol fue el CD Nieto, de Vigo. Empecé allí, ya que un familiar era uno de los responsables del club y era el paso fácil y lógico. Posteriormente mi carrera como jugador se mueve, al final de la misma, entre la ED Val Miñor y el Nigrán CF y es aquí donde comienzo como entrenador, asistiendo al equipo C en la categoría cadete.
Previamente, tuve una experiencia, que fue la que me marca para ser entrenador, ayudando en un equipo de fútbol sala en el que jugábamos los amigos y, como suele pasar en estos casos, tocaba hacer de todo, desde jugar a recaudar dinero y buscar patrocinadores. Todo un aprendizaje y una motivación para adentrarse en este mundo.
Has trabajado en diferentes clubes de Galicia en el fútbol base. ¿Qué aprendizajes destacas de esa etapa y qué te ha marcado como entrenador?
Pues primero que comencé como entrenador asistente, lo cual me permitió aprender mucho viendo al 1er entrenador desde fuera y al mismo tiempo, seguir formándome con una presión menor. Segundo, que la mayoría de los jugadores que entrenamos (desde cadete división de honor hasta juvenil nacional o división de honor) no llegan a ser jugadores profesionales y muchos, ni siquiera siguen jugando a cierto nivel una vez llegan a senior.
Es por ello que, independientemente de la categoría, la formación en valores debe ser un pilar del entrenador de base. Por último, mencionar también que el volumen de trabajo de diferentes cosas que no son específicamente trabajar al equipo que llevan a cabo los entrenadores, puede ser un arma muy positiva para el futuro si se aprende de ello.

¿Cómo surge la oportunidad de entrenar en Taiwán? ¿Qué te motivó a dar ese paso?
Surge a través de un contacto con el que había coincidido en una experiencia previa en Maldivas, al cual le consultan sobre entrenadores y comparte mi perfil. Las motivaciones fueron muchas pero principalmente, un proyecto de desarrollo a largo plazo en el que comenzábamos a poner las bases, posibilidad de crecer y ver crecer el fútbol de la región y buscar alicientes competitivos importantes en el medio y largo plazo.
Actualmente trabajas en el Athletic Club Taipei. ¿Cómo es tu día a día allí y cuál es tu rol dentro del club?
Mi rol actualmente es el de entrenador del 1er equipo y director de la cantera. El día a día se basa en reuniones con los entrenadores de las diferentes categorías para valorar las sesiones y las diferentes problemáticas que surgen en el club, entrenamiento de los equipos y revisión de las diferentes categorías para seguir el proceso metodológico que proponemos desde la dirección.
También, semanalmente, tenemos reuniones con el staff de administración para conocer los problemas y retos que surgen en el día a día y por si hay necesidad de realizar ajustes en diferentes temas.

¿Cuáles son las principales diferencias que has encontrado entre el fútbol base en Galicia y en Taiwán?
En cuanto al club, la principal diferencia es que los empleados trabajan a jornada completa, por lo que el desarrollo del trabajo es mucho más efectivo y en Galicia, pocos clubes hay que puedan permitirse eso. Más allá de ese aspecto, a nivel organizativo en Galicia (en España en general) está mucho mejor organizado, las federaciones trabajan mucho mejor y es más fácil jugar partidos y tener competiciones bien estructuradas, copas y campeonatos de verano o campus.
Además, según las categorías, pero en las más altas (División de honor, liga nacional), el profesionalismo con el que todas las partes se enfrentan suele ser muy alto y muy parejo y en Taiwán, existe más disparidad en ese sentido.
En cuanto a metodología, ¿Cómo trabajas con los niños y jóvenes en un entorno tan diferente al que estabas acostumbrado?
Lo cierto es que trabajamos de forma muy similar. Al final que comencemos con los más pequeños (U8) hace que se adapten rápido a nuevas formas de entrenar y de seguir procesos.
Es cierto que a veces la barrera del idioma puede ser un pequeño impedimento, pero el balón y el juego son una lengua común que todos hablamos. Además, al tener también entrenadores españoles en la base, hace que la dirección y las consignas sean más fáciles en cuanto a la metodología, después, cada uno se encarga de llevarlas al campo.

En el fútbol base, la psicología es clave. ¿Cómo gestionas la motivación y la mentalidad de los jugadores en un país con una cultura tan distinta?
Pues de la misma forma que la metodología, comenzando desde abajo. Son edades en las que mentalmente el jugador se está haciendo y es mucho más sencillo de modificar ciertos comportamientos. Desde los más pequeños intentamos siempre hacer entrenamientos donde el componente competitivo esté prácticamente en cada tarea y en cada momento del entrenamiento.
Si la tarea es una rueda de pases fácil, pues cronometramos a ver quién la hace más rápido, si es una posesión, pues contamos pases y si es un partido, el que pierda recoge el material. Pueden ser algunos ejemplos sencillos entre otros muchos, pero fomentan un ambiente competitivo y genera, no solo un aliciente en cuanto a diversión, si no también, ganas de ganar.
¿Cómo ves la evolución del fútbol en Taiwán? ¿Crees que puede seguir creciendo en los próximos años?
Pues es cierto que creo que se van dando pasos para crecer, hay más inversión, jugadores extranjeros, mejor organización, pero la verdad que es un proceso lento. El fútbol no es el principal deporte del país y eso hace que el gobierno también apueste menos, las infraestructuras deben mejorar y la organización de ligas y torneos también.
Lo positivo es que ya hay jugadores nacionales jugando en el extranjero en ligas de cierto nivel y cada vez son más, eso da mayor visibilidad y atrae a su vez a nuevos jugadores jóvenes, por lo que el futuro es prometedor.


¿Has notado un cambio en la mentalidad de los jugadores y clubes taiwaneses en cuanto a la formación y profesionalización del fútbol?
Si, muchos equipos están invirtiendo bastante para formar mejores jugadores y traer también talento extranjero. Muchos jugadores locales ya no se cierran en jugar solo en Taiwan, si no que intentan irse al extranjero.
Se están haciendo esfuerzos por parte de diferentes entidades y clubes para abrir academias y centros de entrenamiento donde se comienzan con categorías prebenjamín y benjamín. Y al final en todo este proceso, los más importantes son los jugadores, que independientemente de la edad, cada vez son más, mejores y con muchas ganas de crecer en el fútbol.
Como entrenador, ¿Qué consejo le darías a otros técnicos que quieran aventurarse en una experiencia en el extranjero?
Pues que no lo duden. Ya no solo en lo profesional, que encontrarán una estabilidad y quizá posibilidades que en España son reducidas, si no que a nivel personal aprenderán idiomas, a desenvolverse en otros contextos, a entrenar jugadores de culturas diferentes y eso, al final, los convertirá también en mejores entrenadores

¿Cómo te imaginas tu futuro en el fútbol? ¿Te gustaría seguir creciendo en Asia o volver a entrenar en España en algún momento?
Ahora mismo no creo que pudiera volver. Aquí todavía me quedan 3 años de contrato, con un proyecto precioso y que va creciendo cada día. En el futuro nunca se sabe que puede pasar, pero si algo me enseñó el fútbol es a vivir el día a día, disfrutar los momentos y la gente y hacerlo lo mejor posible hoy para estar bien mañana, nada más.
Después de tu experiencia en diferentes países, ¿Qué te ha enseñado el fútbol más allá del terreno de juego?
Que la capacidad de adaptación es más importante que la táctica. Que la gestión de personas es más importante que la estrategia. Que saber improvisar en cualquier momento, lugar y forma, te puede servir hasta en el entorno más profesional.
Que hay que preocuparse menos de las cosas que uno no puede controlar. Que los jugadores quieren cosas similares, aun estando en edades, contextos y culturas alejadas y poco relacionadas entre sí. Y por mencionar una última, dejando muchas otras atrás, que las escusas para lo que haces, o dejas de hacer, solo son palos en tus ruedas.
¿Qué importancia le da Abel a Futbolverdadero?
Toda y más, buscando el bien del fútbol, dando a conocer el trabajo de grandes profesionales de nuestro deporte, conectando personas entre sí y al mismo tiempo, ofreciendo de forma generosa un espacio valioso para nuestra comunidad.

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