En esta sociedad en la que vivimos parece imposible, el reloj va demasiado rápido y la vida pasa sin darnos cuenta del paisaje, pero lo que es aún peor, sin saber a veces ni a dónde vamos.
Es urgente bajar revoluciones, ganar tranquilidad y tomarnos al menos tres segundos para pensar, antes de responder ante alguien, antes de realizar alguna acción o antes de tomar alguna decisión. Esos tres segundos hacen de filtro para ganar claridad y ver así cuál es la mejor opción a tomar en cada momento.
Eres entrenador y tienes que tomar muchas decisiones a veces en poco tiempo ¿verdad?, pero al menos tienes 3 segundos para pasarlo por “el filtro”.
Eres jugador y el entrenador te cambia cuando todavía queda la segunda parte, piensa un momento si te merece la pena hacerle un desplante delante de todos, o fallas una ocasión clara y te quedas lamentándote a espaldas de una nueva jugada mientras tus compañeros tienen que hacerte la cobertura, utiliza esos tres segundos para recordarte de todo lo que eres capaz y que no pasa nada y seguirás intentándolo. Recuerda tranquilidad para claridad, claridad para tomar buenas decisiones.
Ahora que va acabando la temporada también es muy habitual que las familias de los futbolistas más jóvenes se muestren inquietos, nerviosos y con mucha prisa para que sus hijos ganen “categorías” y si no se las dan donde están, no les duelen prendas en cambiar de club, aunque les tengan cambiando cada temporada.
La pena en este tema tomarse algo más de tres segundos y valorar varias cosas. Valorar que hay alrededor de la formación de nuestro hijo, formación integral y qué de todo aquello necesario cuenta a día de hoy allí donde está.
Tendría en cuenta la evolución que ha tenido mi hijo durante la temporada y pondría por ello en valor los profesionales que lo llevan de la mano en este camino y por eso será este un sitio a tener en cuenta para seguir caminando con ellos.
La tranquilidad y la capacidad para compaginar el deporte con el día a día, que en el deporte base sin duda alguna lo más importante son los estudios, y a veces sometemos a muchos kilómetros y muchos días de entrenamiento a los niños, y luego encima queremos que saquen las mejores notas.
Y sobre todo, y por encima de todo, la pregunta que siempre le teníamos que hacer a nuestro hijo antes de valorar cambiarme de club es … ¿Estás contento? ¿Eres feliz aquí?… con esto debería ser más que suficiente, tres segundos.
EUGENIO MANCHA
Twitter: https://twitter.com/ugemancha
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