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Tras la triste noticia que comunicó Joaquín Caparros con su enfermedad, hay que hacer un capítulo sobre la figura de los entrenadores/formadores en el mundo del deporte.
Está claro que entendemos el fútbol como que es de los futbolistas. Todas las estadísticas, programas, noticias se basan en la figura del futbolista en los clubs. Tal equipo ganó la copa gracias al delantero, tal otro porque tiene al mejor jugador del mundo…. Pero nadie dice que gracias a la gran labor que ha realizado el que se sienta en le banquillo han ganado esos títulos. Porque parece que esa figura se obvia.
Y es que hay que resaltar la figura del entrenador dentro del equipo. Es el que organiza, el que dirige, el que decide, pero sobre todo es el que forma al jugador. Es la persona menos visible en algunos casos, pero es la persona más importante dentro del equipo. Gracias a sus decisiones, a sus pensamientos, a su sabiduría y a su forma de ser, puede formar a grandes personas y jugadores o hacer todo lo contrario.
Al contrario que el jugador, si el entrenador acierta y gana siempre la visión del aficionado es que por esa jugada que hizo Messi, Muniain, Williams, Isco … El equipo gano. Pero para llegar hasta ahí el entrenador ha sido el que les ha formado y los ha indicado como hacerlo. Una cosa es la técnica del jugador, la otra que es lo más importante es la formación que se le ha dado a ese jugador. Los valores que le han transmitido desde pequeño, la importancia que le ha dado al valor humano y colectivo, porque lo demás viene con el futbolista.
Esta claro que los jugadores de ahora tienen mucho peso y son muy conocidos, al igual que ciertos entrenadores, pero hace no tanto tiempo, había jugadores igual o más importantes que ahora, lo mismo pasa con los entrenadores. Había algunos que destacaban por estar en grandes equipos y otros en equipos más pequeños conseguían cosas que los de los grandes no consiguieron. No solo por haber sido futbolista sabes de futbol, con eso no llegas a ser gran entrenador.
Los entrenadores de verdad, son los que lo viven en sus carnes, los que desde bien joven pelean para algún día llegar a lo más alto, y muchas veces lo más alto ne es ganar la Champions, el mundial o la liga, lo más alto es el saber que con tu trabajo has formado a gente, con unos valores y una educación que esta por encima de los millones que se pueda ganar siendo un gran futbolista tácticamente pero no personalmente.
Un entrenador forma, no entrena. El verdadero entrenador, es que sabe transmitir a parte de sus conocimientos tactico-tecnicos, los valores del grupo, de la humildad, del saber estar. No siempre se gana, a veces también se pierde y en ese momento es el que la figura del entrenador aparece. La que en ese momento de rabia, de tristeza, aparece el entrenador. El es una persona que nunca se rinde, que siempre ayuda y que en las buenas y en las malas esta para que el joven jugador sepa que lo importante no es lo ganar, si no lo importante es el saber manejar los momentos de alegría y frustración.
Hay muchas anécdotas de entrenadores de primera línea, pero también son igual o más importantes los que están en las demás categorías, las inferiores, las importantes. Donde se forman los chavales que después pueden despuntar o no. Lo importante en el futbol no es llegar a ganar miles de millones, lo importante en el futbol es disfrutar. Y saber hacerlo con quien se debe. Y ellos siempre están ahí para ayudarnos a realizarlo. Porque todo el mundo siendo niño quiere llegar a ser como Messi, como Cristiano o como Casillas, pero nadie dice que quiere ser como Garitano, Valverde o Bordalas.
Para los padres, a los niños los forman personas que están cualificadas para esa labor, personas que se preocupan de transmitir los valores, de enseñar a hacer grupo, a hacer piña, pero sobre todo a disfrutar y esas personas se llaman, ENTRENADORES
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