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Hoy hablamos con un joven técnico valenciano, que lleva desde hace 6 años ejerciendo como entrenador y coordinador en un club histórico del futbol base y regional de la capital catalana.
Además, es el creador de una de las páginas referentes del futbol en Facebook, podcast, web y libro en la editorial Planeta de Odio el futbol moderno. Hoy conocemos más de cerca a Miquel Sanchis que nos cuenta su trabajo y experiencia en los banquillos-
¿Cómo recuerda Miquel sus inicios en los banquillos?
Mi padre dirigía un equipo amateur cuando yo era niño y lo acompañaba en el banquillo, le ayudaba con las fichas, escuchaba sus charlas… creo que desde pequeño he querido ser entrenador. Solo pude hacerlo cuando mis horarios me lo permitieron. Fue en 2018, en el cuerpo técnico de un cadete de preferente y llevando un benjamín de primer año. Fueron dos experiencias muy diferentes, pero muy satisfactorias.
¿Cuáles son los clubs por los que has desarrollado tu tarea como entrenador?
Un único equipo, la Unió Esportiva de Sants. Había tenido una breve experiencia de joven en Gandia, pero me saqué el título en Barcelona (en el mismo curso que Óscar Hernández, el hermano de Xavi, y periodistas de la talla de Fermín Suárez), fue toda una experiencia, y realicé las prácticas en el Sants, y ya no me he querido mover nunca.
¿Cómo ves tu profesión en los banquillos?
Desgraciadamente, lo veo más pasión que profesión. Es una lástima que el fútbol base esté tan mal pagado. Muchas horas de dedicación, problemas constantes que solucionar, económicamente no compensa, pero con casi 43 años es mi única manera de seguir ligado a un vestuario. Es una montaña rusa de emociones. Y cuesta mucho dejarlo.
Pregunta difícil ¿entrenador o formador?
Las dos cosas. Entrenador porque realizo sesiones de entrenamiento, pero soy 100% formador. Todo va dirigido a la enseñanza de este maravilloso deporte. Llevo edades muy prematuras, soy coordinador de niñas y niños de 3 a 10 años e intento dejar la competición de lado. La prioridad es el progreso colectivo e individual y no el resultado del fin de semana.
¿El objetivo de la formación en la base debe ser…?
Divertirse, aprender las reglas del juego, aprender a jugar en diferentes posiciones, adquirir buenos hábitos y afección al deporte, incluso adquirir hábitos de higiene, valores, compañerismo… sabremos si hemos tenido éxito si al final de la temporada nuestros jugadores deciden volver a seguir ligados al fútbol.
¿Qué es más importante para ti como coordinador?
Dar ejemplo y tener una actitud intachable. Solo así podré transmitir mi manera de entender el fútbol base. También, como coordinador, hay que escuchar a mucha gente, es muy importante no precipitarse nunca en cualquier decisión.
¿Qué es lo que buscas en tus entrenadores?
Qué hablen bien a los niños. Que se comuniquen bien con sus padres. Y que no protesten a los árbitros. A nivel de metodología donde ellos no lleguen ya los ayudaremos los coordinadores.
Pero tienen que tener claro que, el día de mañana, los jugadores los recordarán por como les hablaban, ni por las tareas de entrenamiento ni por los resultados en la liga. Ah, y que sean puntuales, que esto a las nuevas generaciones es cuesta un poquito je, je, je.
¿Cuáles son los objetivos que buscas en tus equipos?
A los entrenadores no les pongo casi ningún objetivo, más allá de que consigan tener equilibrio y armonía en el grupo. Qué todos los jugadores aprendan conceptos básicos. Que todos los niños tengan oportunidades y, poco a poco, vayan adquiriendo más conocimientos.
La competición es un aliciente y la clasificación no refleja el aprendizaje. En estas categorías tan prematuras (promesas, prebenjamines y benjamines) hay que ir pasito a pasito.
¿Cómo está siendo esta temporada en tu club?
El Sants es un histórico que hace años que lucha contra las adversidades. Es un club muy humilde y que lleva demasiados años exiliado al barrio de la Zona Franca. Sin estadio propio, todas las temporadas cuestan.
Pero, esta temporada estoy contento, en especial por los entrenadores, con mucha gente joven y con ganas que, además, transmiten sentido de pertenencia al club y eso es muy importante para el actual Sants.
¿Cómo ves la evolución del fútbol tanto base como regional en estos años?
Tengo la suerte de vivir en Barcelona. Aquí hay muy buenas escuelas y muy buenos formadores. Hay también mucha competencia y el nivel es muy alto.
Veo clubes de barrio cada vez más fuertes, y mucha gente, desencantada de equipos como Barça o Espanyol, que apoya cada vez más el fútbol de proximidad, es decir, el de su barrio o pueblo.
El fútbol base evoluciona a una velocidad feroz, y especialmente el femenino.
¿Cómo empezó el proyecto de Odio el Fútbol Moderno?
De pura casualidad. Una noche, al volver de jugar un partido en una liga de veteranos, vi que mi amigo Carlos Roberto había creado una página de Facebook con ese nombre y me había hecho administrador. Llevábamos tiempo desencantados con el fútbol y con su deriva mercantilista.
Yo estaba entonces en paro y tenía tiempo de escribir muchos posts. Fuimos aumentando los seguidores, nos llamó Planeta para escribir el libro, hicimos un corto llamado Aúpa sobre el fútbol en Logroño, ahora hemos colaborado como documentalistas en la serie Futbol Modest recién estrenada en 3 Cat.
También tenemos el pódcast. Todo empezó de casualidad hace diez años y, de momento no nos cansamos de contar batallitas.
¿Qué es para Miquel fútbol verdadero?
La sencillez. Dos mochilas de portería y una pelota. El fútbol sin elementos postizos ni negocio, ni experimentos raros que rompen la tradición de este precioso deporte.
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