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Hoy hablamos con un técnico madrileño que tras colgar las botas como futbolista, empezó en los despachos y paso a los banquillos.
Y es que aunque empezó por el futbol base mientras jugaba paso al futbol senior como entrenador y actualmente se encuentra dirigiendo una escuela y formando entrenadores. Conozcamos a Ignacio Velasco.
¿Qué fue lo que hizo que Ignacio decidiese ser entrenador?
Mi pasión por el fútbol. Sé que no hay otra cosa en este mundo que pueda hacer mejor que dedicarme al fútbol. Una vez que mi cuerpo dijo basta, y que ya no podía seguir jugando como profesional, lo más cercano a seguir sobre el terreno de juego era ser entrenador.
Reconozco que como jugador, siempre he tenido faceta de entrenador, de ayudar a los compañeros dentro del campo y de ver el fútbol con facilidad. Me gusta la sensación de dirigir un colectivo en busca de un bien común y de sentir que los jugadores mejoran después de cada entrenamiento.
¿Cuándo empezó Ignacio su carrera por los banquillos?
Pues siendo jugador, ya entrenaba a las categorías inferiores de algunos clubs donde he jugado. Después de retirarme en el Conquense, ese primer año ejercí como director deportivo del club, al siguiente año me convertí en el 2º entrenador del 1º equipo y ahí empecé a nivel profesional. Era la temporada 17/18 y ascendimos a 2º B.
¿Cuáles son los clubs por donde has podido desarrollar tu carrera?
Como futbolista: Cantera del Real Madrid durante 12 años, Celta B, Onda, Conquense, Ceuta, Levante B, Badalona, Gramanet, Pontevedra, Racing de Ferrol y por último vuelvo al Conquense dónde me retiro como futbolista y empiezo como entrenador, de ahí marcho a Badalona y firmo allí como segundo entrenador y al año siguiente 1º entrenador.
¿ Entrenador o Formador?
Como entrenador, prefiero trabajar en el futbol competitivo que el formativo, pero hay que saber dónde está uno y que categoría está entrenando.
¿Qué metodología de trabajo utilizas en tus entrenamientos?
Busco siempre que todos los ejercicios incluyan balón, desde el propio calentamiento o incluso en el aspecto condicional. Intento establecer una idea, un estilo de juego (en función de los jugadores que tienes) en conjunto con los jugadores, de esta manera consigo que se impliquen en esa idea de juego, que se sientan parte de la toma de decisiones.
Si los convences, el grupo va a muerte con la idea que se establezca. Por lo general me gusta tener balón y hacer un fútbol combinativo, pero lo realmente importante es saber adaptarte a cada partido, a cada situación.
¿Qué es para Ignacio lo más importante dentro de un banquillo?
Convencer a los jugadores, si el grupo y tú vais de la mano, al final se obtienen resultados. Ganarte la confianza de los jugadores y ser sincero con ellos, que sepan lo que quieres de cada uno.
¿Qué significa para Ignacio ser entrenador?
Todo! Dedicarte a lo que te apasiona no tiene precio.
¿ Cómo fue el paso de entrenar en la base a hacerlo en senior?
Un proceso sencillo, natural. La diferencia es el objetivo final y si lo tienes claro, no debe haber ningún problema.
¿Qué es hasta ahora lo que más has aprendido en tu etapa de entrenador?
En mi caso, soy una persona muy cercana y como entrenador, igual. Si tu estado anímico es bueno, si emocionalmente estás bien, el resultado llega a ser muy bueno. Si es al contrario, si eres una persona cercana al jugador, pero emocionalmente no estás bien, puedes llegar a contagiarlo al grupo y que el rendimiento del colectivo no sea el esperado.
He aprendido que a veces uno debe ser más frío y simplemente tratar de sacar rendimiento a los jugadores por tu bien, y el del colectivo. Al final todos sabemos que si los resultados no llegan, el primero que va fuera es el entrenador.
¿En qué proyecto está trabajando Ignacio actualmente?
Actualmente, trabajo para una escuela de fútbol internacional que tiene la sede en Madrid, DS Soccer Academy. Actualmente, estoy en Puerto Rico entrenando un par de equipos de la escuela y formando entrenadores.
¿Qué es para Ignacio el Futbolverdadero?
El fútbol es tan universal, que cabe todo. Pero definiría ese concepto como el fútbol que te hace soñar, vibrar, que te pone los pelos de punta… ya puede ser una final de un mundial como un partido en el patio del colegio contra la clase de más rivalidad.
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