Hoy nos metemos en la mente del entrenador, esa figura que vive entre la pasión y la planificación, entre el barro y la pizarra.
En Futbolverdadero queremos conocer cómo piensa, cómo siente y cómo lidera cada técnico que deja su huella en el día a día del fútbol. Hoy nos acompaña Toni González.
En un contexto donde el resultado domina gran parte del discurso futbolístico, ¿Cómo equilibras la exigencia competitiva con la necesidad de formar, acompañar y proteger al jugador —especialmente en etapas base— sin traicionar tu propia identidad como técnico?
Hay que entender que el fútbol es un deporte que contempla una fase en oposición, por lo tanto, competitiva. Todo cabe, competir, formar, educar y desarrollar un estilo propio adaptable a los medios que dispongas.
¿Cómo se construye y se sostiene una filosofía de juego propia cuando las condiciones materiales, los recursos humanos e incluso las exigencias del club no siempre la favorecen?
Buscando la identidad de dicho club, ayudando a mantener dicha identidad haciéndola extensible a toda la base.
El entrenador actual debe ser estratega, psicólogo, pedagogo y gestor. ¿En qué momento y de qué manera decides cuál de esos roles debe prevalecer, y cómo evitas que uno anule a los demás?
Es un trabajo infravalorado y debemos ser un poco de todo, además de acertar en dichas gestiones en el tiempo adecuado, dejando la parcela correspondiente a cada profesional que acompañe.
En el fútbol base se habla de proceso, y en el senior, de resultado inmediato. ¿Cómo se gestiona emocionalmente esa dualidad cuando un proceso de trabajo profundo no siempre se traduce en victorias visibles?
Tenemos objetivos a corto, medio y largo plazo. Que los cortos no te condicionen confiando en lo que haces. Que los objetivos a medio plazo te vayan dando tranquilidad. Qué los objetivos a largo plazo permiten acumular experiencias para evolucionar en el mismo o próximos proyectos.
¿De qué manera te retroalimenta el jugador —ya sea un niño de 12 años o un veterano de 35—en tu propia evolución como entrenador? ¿Qué has aprendido tú del vestuario que nunca se enseña en los cursos de formación?
Lo que tienen en común todos los rangos de edades es la confianza a todos los niveles:
Individual.
Grupal.
Cómo club.
Cómo coordinación.
Cómo futuro.
Cómo identidad.
Confianza en todo lo que se programa.
¿Qué papel juega el contexto —la tierra, el barrio, el club, la historia local— en la forma de entender el juego y en la identidad futbolística que intentas transmitir?
Todo va asociado a esa palabra tan grande e infravalorada. IDENTIDAD.
En una era donde los datos, la tecnología y la inmediatez marcan tendencia, ¿cómo imaginas el futuro del entrenador que aún cree en el ojo humano, la intuición y el vínculo personal con el jugador?
¿11 contra 11, reglamento, clima, sustituciones, tecnología, datos????
Nadie escapó de descifrar una situación tan apasionante. Simplemente, fútbol, por supuesto que el técnico seguirá siendo intervencionista.
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