Hoy nos metemos en la mente del entrenador, esa figura que vive entre la pasión y la planificación, entre el barro y la pizarra.
En Futbolverdadero queremos conocer cómo piensa, cómo siente y cómo lidera cada técnico que deja su huella en el día a día del fútbol. Hoy nos acompaña Arturo Martínez.
En un contexto donde el resultado domina gran parte del discurso futbolístico, ¿cómo equilibras la exigencia competitiva con la necesidad de formar, acompañar y proteger al jugador —especialmente en etapas base— sin traicionar tu propia identidad como técnico?
En el fútbol base yo lo tengo claro desde hace mucho tiempo. Formar, formar y volver a formar. Pero no solo en aspectos técnicos, tácticos; me refiero a aspectos de vida. Estos para mí son los importantes.
¿Qué ocurre? Que, como todo, para esto hay que formarse y mucho, por eso creo que para ser un formador completo en el fútbol base, para mí se necesitan estos requisitos de vida de los que siempre hablo:
Resiliencia
Carácter
Liderazgo
Empatía
Asertividad
Inteligencia Emocional
Comunicación
Conocimientos de neurociencia.
Entiendo que habrá gente que quizás se pueda sorprender de mi forma de pensar. Pero para mí, que me formé y me sigo formando en:
Coaching
Inteligencia Emocional
Programación Neuro lengüistica
Mentoring
Mindfulness
Psicología Deportiva
Neurocienca
Todo esto de lo que hablo sería algo vital para un fútbol base moderno y que vaya en una línea de formar a personas muy top para esta sociedad.
¿Cómo se construye y se sostiene una filosofía de juego propia cuando las condiciones materiales, los recursos humanos o incluso las exigencias del club no siempre la favorecen?
Filosofía y coherencia. Con la creatividad, Xabi.
Lógicamente hay que tener unos conocimientos y un gran sentido común sobre lo que dices y lo que haces. Tiene un nombre: Responsabilidad a nivel personal. Ser una persona de valores muy top.
El entrenador actual debe ser estratega, psicólogo, pedagogo y gestor. ¿En qué momento y de qué manera decides cuál de esos roles debe prevalecer, y cómo evitas que uno anule a los demás?
Complejidad de liderazgo. Ningún otro rol anula a los demás cuando eres buena persona.
¿Por qué? Porque tu ego está limpio, y no quiere ser más listo ni inteligente que nadie. Entiendes que siempre debes estar en formación y ser capaz de tener una mente libre y limpia junto a un pensamiento crítico. Creo que solo así puedes evolucionar.
En el fútbol base se habla de proceso, y en el senior, de resultado inmediato. ¿Cómo se gestiona emocionalmente esa dualidad cuando un proceso de trabajo profundo no siempre se traduce en victorias visibles?
La gestión del proceso. Se gestiona cuando trabajas y entrenas en entornos formados en esta línea que preguntas, Xabi.
Si tus entornos no están formados, la única forma de gestionarlo es desde tu persona. Teniendo claro de qué va esto, y siendo muy honesto contigo mismo.
¿De qué manera te retroalimenta el jugador —ya sea un niño de 12 años o un veterano de 35— en tu propia evolución como entrenador? ¿Qué has aprendido tú del vestuario que nunca se enseña en los cursos de formación?
Para poder llegar a esta retroalimentación de la que hablas, Xabi, debes saber escuchar y ser un gran observador. Entrenar desde el efecto Pigmalión y dejarse de poner etiquetas y de juzgar a los demás.
Un vestuario está lleno de mentes con pensamientos de todo tipo. Cada persona tiene sus creencias y su forma de ver la vida, pero la grandeza de un vestuario es cuando desde una formación top ves cómo todos van en una misma dirección, sin miedos y con una confianza y autoestima top.
¿Qué papel juega el contexto —la tierra, el barrio, el club, la historia local— en la forma de entender el juego y en la identidad futbolística que intentas transmitir?
En un principio, toda. Por eso es complicado cambiar identidad y creencias que ya no sirven porque algunas se han quedado obsoletas y sin un sentido humano, porque antes que jugadores son personas y creo que hay personas que se olvidan de esta parte.
En una era donde los datos, la tecnología y la inmediatez marcan tendencia, ¿cómo imaginas el futuro del entrenador que aún cree en el ojo humano, la intuición y el vínculo personal con el jugador?
Soy de los que creo que todos estos avances son necesarios e importantes. Pero creo que en ocasiones dejan de ser útiles cuando pasan por delante de las grandes personas.
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