
¿Convertir una Escuela de fútbol en una filosofía de vida o filosofar acerca de la vida mediante el fútbol?
Una de las Escuelas de fútbol más conocida y exitosa, es la que ha conseguido fabricar el Ajax. Y uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos que ha hecho de la filosofía Ajax, su forma de vida, es Johan Cruyff.
La base del Ajax, se construye en base a unos cimientos muy sólidos y con un sentimiento de cantera y pertenencia al club totalmente arraigados. Técnica, Inteligencia, Personalidad y Velocidad son los cuatro ejes sobre los que se sostiene cada uno de sus aprendizajes.

En la cantera, no hay una búsqueda de jóvenes talentos más allá de 60 kilómetros alrededor de la ciudad de Ámsterdam, aunque si bien es cierto que tienen Academias en otros países desde donde incorporar futbolistas al club, pero siempre bajo las mismas premisas y características.
Por mucho que sigamos modas de jugar bajo un sistema u otro toda una cadena, es cierto que la Escuela Holandesa lo que pretende es potenciar el talento y las individualidades antes que el sistema en sí. La creatividad del joven jugador o jugadora, siempre estará por encima de cualquier otro aspecto.

Del cuatro – tres – tres, se puede pasar al tres – cuatro – tres y de ahí al cuatro – cuatro – dos. Movimientos lógicos si lo que se busca es primar las individualidades del o la futbolista, dejando que se nutra de este deporte a través del conocimiento de su propio rendimiento bajo diferentes circunstancias y sistemas.
Otra de las características más llamativas de esta Escuela, es la capacidad de adelantarse a lo que este deporte solicita. Con los movimientos controlados y los principios del juego, se trabaja en base al balón. Si no tienen el balón, presionan hasta conseguirlo.

Si tienen el balón, lo mueven bajo la premisa de su conservación hasta opción de finalización. Tras esto, llega el dominio de los gestos técnicos, tanto los que se utilizan en defensa como en ataque, y la manera de englobarlos para hacerse con ellos en las dos vertientes como si de una sola se trata. Hacer del juego, un todo.
Mirar el balón constantemente, dominar el espacio físico donde se encuentra el jugador o la jugadora en relación a su propia portería y a la del rival, presión, intensidad, control de los tiempos, pase, recepción de balón, técnica de remate, combinaciones, interpretación y finalidad del juego, son conceptos que siempre deben estar presente en el diseño de tareas.
La evolución y especificidad de cada joven futbolista, marca los tiempos y las pautas- El trabajo en la realización de cada tarea es innegociable, ya que la búsqueda de la mejora individual debe estar por delante de todo.

Escrito por Tamara Blasco. Entrenadora de Fútbol Nacional.
Descubre más desde FUTBOLVERDADERO
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.