Hoy tenemos el gusto de hablar con el técnico madrileño Raúl Toledano. Un técnico que ha pasado por diferentes equipos de la comunidad de Madrid y que actualmente dirige en el Villanueva del Pardillo. Hoy nos explica su experiencia y su conocimiento en el campo de la metodología
¿Desde cuándo se dedica Raúl Toledano al fútbol?
Llevo toda la vida ligado al fútbol. Como la gran mayoría, comencé siendo jugador desde la categoría Benjamín hasta llegar a Senior y, como entrenador, todo empezó en 2014, compaginando el rol de jugador con el de entrenador. Hasta el día de hoy, donde solo me dedico a ello desde los banquillos.
¿Por qué decidiste especializarte en Metodología?
Siempre he sido un apasionado de la planificación y de encontrarle una lógica a todo, de encontrar siempre el porqué de las cosas, especialmente en el fútbol. Generalmente, tengo un plan para todo, incluso en la vida cotidiana, no dejo nada al azar.
La metodología nos permite descomponer, estructurar, desarrollar y analizar los porqués del juego y del propio entrenamiento. Es una ciencia apasionante, y el solo hecho de poder descubrir todo el contenido que lleva detrás tanto el entrenamiento como el juego hace que, a diario, puedas detectar y aprender cosas nuevas. Este es uno de los motivos por los que decidí especializarme en metodología.
El segundo motivo es el poder ayudar a los propios entrenadores a aprender y a desarrollarse. Resolverles todas las dudas e inquietudes que tengan a diario, darles las herramientas para descubrir nuevos caminos o, sencillamente, permitirles darse cuenta, a través de la capacidad de análisis de cada uno, de sus fortalezas y debilidades.
¿Cómo ves actualmente la formación del futbol base?
A nivel nacional, es un hecho que hemos mejorado de forma exponencial en los últimos años. Hemos conseguido ser pioneros en métodos de entrenamiento y, quizá, la mejor escuela de formación de entrenadores del mundo y ello supone una mayor calidad en la formación de nuestros futbolistas.
Sí que es verdad que aún nos queda mucho por mejorar. Aún sigo viendo muchos equipos de niños siendo entrenados por personas sin la cualificación necesaria y sin el conocimiento necesario para poder saber el qué, el porqué, el cómo y el cuándo de cada aspecto del juego y del entrenamiento, aparte de que es un hecho indignante para el resto de entrenadores cualificados y preparados y un peligro para esos niños.
Yo siempre me hago la misma pregunta: ¿Qué pasaría si un cirujano operase sin su titulación o si un arquitecto hiciera un edificio sin el conocimiento necesario? Pues aquí pasa lo mismo y es algo que, gracias a Dios, está cambiando poco a poco con las nuevas leyes y normativas.
¿En qué equipos has podido desarrollar tu carrera?
He tenido la suerte de pasar por muchos clubs diferentes y por muchos roles dentro del fútbol desde que empecé a entrenar. Mis inicios fueron en el CF Pozuelo de Alarcón y, después, he pertenecido a Las Rozas C.F., S.A.D. Amorós Marianistas, Soxna S.L. para Evergrande Football School, D.A.V. Santa Ana, C.U.C. Villalba y F.C. Villanueva del Pardillo, donde me encuentro en la actualidad.
No en todos ellos he tenido la misma función. He sido: primer entrenador, segundo entrenador, analista del juego y scout, director de metodología, coordinador en la dirección deportiva e incluso entrenador de porteros.
¿En que se basa tu metodología?
Mi metodología, principalmente, se basa en ofrecerle todas las herramientas que están a mi disposición al futbolista con el objetivo de que pueda adquirir la mayor cantidad de conocimiento para que pueda ser lo más independiente y autónomo posible.
La metodología en la que creo está enfocada en entrenar el propio juego en todo momento, sin perder la óptica. En entrenar fútbol en cada instante. Parecerá una utopía, pero es algo que no siempre sucede en el mundo del fútbol.
Siendo más específico y de forma resumida, mi metodología está dividida en tres ramas diferentes: los conceptos y fundamentos del modelo de juego o del plan de partido por un lado, los objetivos y contenidos a entrenar por otro y la estructura tanto del microciclo como de la sesión por otro. Estas tres ramas se mezclan en el punto final de este proceso, que son las propias tareas del entrenamiento, uno de los medios que tenemos los entrenadores para ‘comunicarnos’ con los jugadores.
Desde que emprendí este camino como entrenador, tengo una metodología, cada entrenador la tiene, aunque no sea consciente, y es un aspecto muy importante dentro de los miles que tiene que manejar un entrenador. La metodología es dinámica, nunca va a parar de desarrollarse, cada día se descubren cosas nuevas que te hacen pensar, que te hacen incluir cambios de cara a mejorar tanto tú como entrenador como tus jugadores.
¿Has podido desarrollarla en los clubs por donde has pasado?
Sí, tanto de entrenador, como de segundo entrenador, como de director de metodología.
Por fortuna, me he encontrado a directores deportivos y coordinadores que me han dado la libertad y la confianza para desarrollar mi metodología a mi libre albedrío cuando he sido primer entrenador o director de metodología.
Cuando mi función ha sido la de segundo entrenador, también he tenido esa suerte. He estado cuatro años como segundo de Álvaro Martínez, al que le estaré eternamente agradecido, ya que fue el primero que me dio la oportunidad de entrenar, y, desde este año, como segundo de Diego Meijide. Ambos me han permitido tener un peso como segundo entrenador muy poco común en el mundo del fútbol, dejándome una libertad pasmosa en todos los aspectos, haciéndome sentir que la etiqueta de ‘segundo’ es solo eso, una etiqueta y nada más y es de valorar y agradecer esa confianza.
¿Cómo es llevar un vestuario en el futbol base?
Todo va a depender de la categoría de la que hablemos, es bastante diferente dirigir a un equipo en categoría Benjamín que dirigir a un equipo Juvenil, por poner un ejemplo.
El denominador común que tienen todos es que, más mayores o más pequeños, diriges personas, cada una diferente con el resto, cada una de un padre y de una madre distintos, cada una con valores y pensamientos diferentes, a las que tienes que convencer de que todos juntos debemos de ir por el mismo camino para poder aprender y mejorar lo máximo posible día a día.
Sí que es verdad que en cuanto a dirección de vestuario es más sencillo controlar un vestuario de niños más pequeños que uno de mayores. Cuanto más pequeños, tienen menos independencia y madurez a la hora de razonar, por lo que, más aún si cabe, el entrenador es la persona con la que van a aprender esas habilidades y, seguramente, el camino por el que los lleve tendrá mucha relación con los valores y pensamientos del entrenador.
Siempre he pensado que cada vestuario tiene los valores y principios que tiene su entrenador, sea de pequeños o sea de mayores. Además de entrenadores, somos transmisores de valores.
Cabe destacar que un aspecto complicado de los vestuarios en fútbol base son los padres. Los padres son los que pueden reforzar o perjudicar al niño en el proceso de aprendizaje y, hoy en día, por desgracia, nos encontramos miles de situaciones a diario en la que los padres son los grandes enemigos en el proceso de aprendizaje de cada niño, sin ser ellos conscientes en muchas ocasiones.
¿Cuál es la base en la formación de jugadores?
Lo más importante en la formación de jugadores es que el propio jugador, el entrenador, los coordinadores o directivos y los padres sean conscientes de que lo más importante y primordial es la formación del jugador, nada más. Parece extraño decir esto, pero es una realidad que no siempre se cumple y es de obligada necesidad que todas las partes sean conscientes de ello.
Teniendo esto claro, para mí, futbolísticamente hablando, la base es el entendimiento del juego. Formar jugadores a partir del entendimiento del juego para generarlos una autonomía lo más amplia posible. Quizá sea el aspecto más difícil de desarrollar, pero, incluso a primer nivel, es el que diferencia a un futbolista muy bueno de uno excelente.
¿Cómo podría mejorarse en los clubs la formación?
Al final, todo es dinero. Cuanto más dinero tienes, mejores entrenadores puedes contratar y mejores medios e instalaciones tienes para entrenar, esa sería una fácil solución para este problema.
Pero, volviendo al mundo real y con los recursos que tiene cada club, pienso que se puede mejorar tanto como se puedan mejorar tus recursos humanos. Los principales protagonistas de la formación son los propios jugadores, es obvio, pero las personas que los guían son los entrenadores. A estos son a los que hay que cuidar, ayudar y mejorar.
La formación de cada jugador va a depender de su entrenador, al igual que en el colegio la formación de cada niño depende de por dónde le guíe cada profesor.
Siempre he pensado que esta es la mejor forma mejorar la formación de cada club y, para ello, es especialmente relevante la figura del director de metodología o, como lo llamo yo, el formador de entrenadores, su guía.
¿Deberían adoptar los clubs en su etapa de formación una metodología concreta?
Pienso que cada club sí debería tener una metodología común, una metodología que permita a todos los entrenadores y jugadores del club ir por un camino similar, pero no soy partidario de una metodología concreta para todos los clubes.
Recalco esto porque no para cada club sirve la misma metodología. Cada club tiene una historia, unos ideales y unos recursos humanos diferentes (además de muchas otras diferencias más) que hacen que cada club deba tener una metodología distinta.
Dentro de esas diferentes metodologías para cada club, sí debe de haber aspectos comunes en todas ellas. Principios generales esenciales que se deben tener siempre en la formación, aplicados de una forma u otra, pero existentes siempre en cada metodología.
¿Qué mejorarías para que se le diera más importancia?
¿A la metodología? Lo primero es que cada club tenga la figura del guía de todos, el director de metodología. Sin esta persona es muy complicado poder implantar y desarrollar una metodología, sea cual sea, aunque hay que añadir que no todos los clubs se pueden permitir tener esta figura, principalmente, por la falta de recursos económicos.
Y lo segundo, que todos los clubs le den la importancia que tiene a la formación de los jugadores de base y darle importancia a la formación implica, entre otras muchas cosas, tener un plan o una hoja de ruta para dicha formación, es decir, una metodología.
Por desgracia, nos encontramos en innumerables casos que lo importante para los clubs es únicamente el primer equipo o la solvencia económica y esto supone descuidar la base.
¿Cómo ves la figura del analista en el futbol actual?
Me parece que, después de los técnicos, es la figura más importante dentro del cuerpo técnico. Para mí, un analista es un entrenador, igual que el primer o segundo entrenador, pero con un ordenador y una cámara, con más trabajo en oficina que en el campo, pero un entrenador igualmente.
A mi parecer, un analista tiene que ser un experto en cuanto a conocimiento del juego, tiene que saber desintegrar el juego para poder estudiar a cada rival o al propio equipo y debe tener la capacidad de filtrar y estructurar toda la información que obtiene para transmitírsela al cuerpo técnico. Al fin y al cabo, es la primera pieza de la cadena de transmisión de información. De este a los técnicos y de los técnicos a los jugadores.
¿Cada vez se ve más importante esta figura en el futbol profesional?
Por supuesto que sí. Cabe recalcar que cada cuerpo técnico le da un rol o unas funciones diferentes a cada analista, con más o menos libertad o con más o menos importancia, no todos trabajan igual.
Pero es una evidencia que es una figura que cada vez recobra más importancia, todos los equipos la tienen de una forma u otra, tanto a nivel profesional como semiprofesional. Hay equipos que tienen hasta cuatro analistas y otros que no tienen, pero tienen una empresa externa que les hace esa labor, por lo que, prácticamente, desde Primera a Tercera División esta figura existe en casi todos los equipos.
¿Qué objetivos tiene Raúl a corto plazo?
Mi objetivo a corto plazo es seguir trabajando día a día para poder seguir subiendo escalones. En el fútbol, pensar más allá del día a día es complicado, no sabes lo que puede pasar mañana mismo, es un mundo muy inestable y poco controlable por cada entrenador.
Todo lo que puedo controlar y que depende de mí es seguir dando lo máximo día a día, estar preparado para aprovechar las oportunidades que vayan apareciendo y, sobre todo, seguir disfrutando y viviendo de lo que es mi pasión.
¿Qué es para Raúl el Futbolverdadero?
Pues, para mí, el fútbol verdadero es el que vivo el día a día, el que vivimos muchos entrenadores de Preferente, Tercera o incluso 2ªB. El fútbol de, con muy pocos medios y recursos, sacar el máximo día a día de cada jugador, el de exprimir cada minuto del día para analizar vídeos o preparar sesiones, el de sentir cada domingo como la gente que viene a verte o a animarte forma parte de esto y lo vive con mucha pasión, y por supuesto, el de seguir mirando hacia arriba con la ilusión y la esperanza de que cualquier día llegará la oportunidad.
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