Lleva más de dos décadas en los banquillos del fútbol más modesto con la firme promesa en los últimos años de que esa temporada va a ser la última, pero según dice no sabe decir que «no» y aunque en más de una ocasión ha tenido ofertas para entrenar a alguna de las mejores canteras de la provincia de Alicante, desde siempre ha tenido claro que lo suyo era la formación y por eso prefiere ir cogido de la mano de los clubes más humildes.
Un tipo visceral y sin pelos en la lengua al que en muchas ocasiones se le ha acusado de polémico y en otras tantas de pensar más en los demás que en él mismo, pero ante todo alguien muy sincero, ya que como nos ha comentado «off the record”; “la única opinión que me interesa es la de los niñ@s, no la de sus padres».
No entiende la base de otra manera que no sea a través de los valores del aprendizaje y del compañerismo, formar personas por encima de resultados es su único cometido, por eso para él no existen las individualidades en un deporte colectivo, solamente está el EQUIPO.
¿Qué fue lo que te motivo iniciarte en el banquillo?
• Realmente comencé siendo muy joven, si no recuerdo mal tendría 15 años cuando por primera vez decidí iniciarme en esto de los banquillos motivado en gran parte por las lesiones continuas que iba teniendo en mis rodillas y sobre todo porque tenía muy claro que como jugador no iba a llegar demasiado lejos, ya que me tocó convivir con un grupo de compañeros, hoy en día muchos de ellos amigos, con mucha calidad y unas cualidades futbolísticas que yo nunca alcanzaría, aun así mis cosillas hice en el mundo del fútbol.
¿Cómo recuerdas tus inicios?
• Con mucho cariño y mucha responsabilidad, ya que era un reto enorme para mí intentar aportar lo poco o mucho que humildemente aprendí como jugador a un grupo de chavales a los cuales únicamente les sacaba unos pocos años de diferencia, sin parecer presuntuoso y sin que se me “subieran a la chepa”. Recuerdo que me empapaba de libros relacionados con la gestión de grupos, preguntaba a amigos que llevaban años en esto y me valía del contacto que aún mantenía con ciertos entrenadores que tuve la suerte de disfrutarlos cuando aún jugaba yo para que me guiaran en mis comienzos.
¿Quién fue el entrenador que más te ha marcado y porque?
• Realmente y aunque suene a tópico aprendí de todos y cada uno de ellos, con sus cosas buenas y sus menos buenas, ya que aunque en ocasiones no compartiera con algunos su manera de ver el fútbol estoy convencido de que en su mayoría intentaron inculcarme todo lo que sabían y sobre todo convertirme en una persona que amara el deporte. Y créeme que lo consiguieron.
De hecho gran parte de “culpa” de que siga ligado al fútbol desde los banquillos se lo debo a ellos, a todos sin excepción, ya que parte del perfil que tengo como formador lo he ido curtiendo en relación con las enseñanzas que recibí, descartando lo que no me gustaba y exprimiendo y amoldando a mi humilde manera de ver el fútbol base lo que sí.
¿Cuéntanos cómo fueron tus inicios en las categorías inferiores?
• Pues tanto en el ámbito de jugador como de formador mi paso previo al deporte rey fue el fútbol sala, donde he de decir que disfruté mucho durante mi etapa en el Instituto de San Blas de Alicante tanto en categorías de Cadete como de Juvenil, primero porque fue mi primera experiencia en los banquillos y segundo porque tuve la suerte de dar con un fantástico grupo de chavales a los cuales todavía les recuerdo con mucho cariño.
Pero en el mundo del fútbol comencé de la mano del que fuera compañero de clase y amigo Ángel Linares, que por aquel entonces entrenaba al Betis Florida de Cadetes y me propuso ser su 2do. En aquella temporada, de esto ya han pasado más de 20 años.
De hecho y junto a él comencé una bonita etapa la cual guardo con mucho cariño en el que a día de hoy es el Mediterráneo-Tecnogol, club donde he estado casi siete años en dos etapas diferentes, allí tuve la suerte de crecer como formador, compartir experiencias y aprender parte de lo que sé de la mano de exjugadores de la talla de “Paquito” el gran capitán del Hércules C.F, Miguel Aracil, Carlos Salmerón, Unai Alba o Manolo Espinosa.
Y aunque a día de hoy no comparta la filosofía que tiene de ver el fútbol base la dirección deportiva, les deseo lo mejor ya que además todavía sigo manteniendo buenos amigos allí, entre padres y entrenadores.
¿Porque equipos has pasado en las categorías inferiores?
• Hace ya muchos años, pero si no recuerdo mal Betis Florida, el antiguo Alicante C.F, Hércules C.F, Jove Español de San Vicente, Mediterráneo-Tecnogol C.F, Atlético de San Blas, Selección de Murcia, C.D Salesianos Alicante y Sporting Ciudad de Alicante, equipo en el que estoy actualmente, que me disculpen si me dejo algún club en el tintero pero son demasiados años, eso sí de absolutamente todos guardo un gran recuerdo y sobre todo una gran experiencia.
¿Crees que están preparados los equipos de estas categorías a todos los niveles?
• Yo diría que no, sí que es cierto que hay algunos clubs que en los últimos años han estado haciendo las cosas muy bien, pero en líneas generales y por desgracia hace falta mejorar a todos los niveles la formación en estas categorías.
Una manera sería saber adaptar las metodologías de trabajo a los diferentes equipos del club y teniendo muy presente el nivel de los niños que tienes en tu equipo, no puedes estandarizar un proceso de aprendizaje para todos igual sin tener en cuenta que no todos l@s chic@s tienen la misma destreza ni tod@s aprenden con la misma velocidad.
Nuestra figura debe ser algo más que motivar y enseñar, tenemos que saber detectar, corregir y explicar cuando un niño o una niña se ha equivocado y no únicamente decirle que lo ha hecho mal.
Debemos dejarles e invitarles a que experimenten, que no tengan miedo a fallar, que intenten cosas, ya que el que no intenta nada no va a fallar y el que no falla no se esforzará por mejorar. En estas edades hay que marcarles unas mínimas directrices a nivel colectivo pero con un amplio margen de libertad en el terreno de juego ya que si no estaremos mecanizando niñ@s en lugar de enseñarles a tomar decisiones.
Y eso es un trabajo que debe hacerse de forma concienzuda y elaborada, empezando por la dirección deportiva, continuando por coordinadores y acabando por los formadores, y con la inestimable ayuda de padres y familiares de los/las jugadores/as.
¿Cómo crees que se podría mejorar el fútbol base?
- Primero llevando una supervisión de los gestores que deciden fundar un nuevo club o de l@s que lo presiden, segundo limitando el número de licencias de equipos por categoría para evitar hacer de las cuotas de los niños un negocio, tercero reduciendo el número de coordinadores y “mandos intermedios” que hay en ciertas entidades ya que desde mi humilde punto de vista la base necesita de más currantes y menos figurantes y cuarto haciendo que las federaciones se impliquen más con los clubes en todos los sentidos y no únicamente en lo que hasta ahora están haciendo, al menos en la Valenciana.
¿Tienes o has tenido algún referente futbolístico desde los banquillos?
- La verdad es que no, pero no porque no me guste ninguno, sino porque básicamente gestionar un grupo en la base en nada se parece a hacerlo a nivel profesional, por lo que cualquier parecido o intento de querer copiar algo sería un error por mi parte.
- Sí que es cierto que me considero más de la vieja escuela en cuanto a gustos que otra cosa, pero me encantan los entrenadores con carácter, que sepan dialogar y darle su espacio a cada jugador, pero sin que se les vaya de las manos ya que bajo mi humilde criterio hoy en día en la élite uno ha de saber ser un buen gestor de egos por encima de cualquier otra cosa.
- Pero en la base sí que he de reconocer que he tenido la suerte de conocer gente muy profesional con un concepto muy real de lo que es el fútbol humilde y de la cual he aprendido y aprendo mucho y que poco a poco se van haciendo un hueco desde abajo. Esos son mis verdaderos referentes mereciéndose el mayor de mis respetos.
¿Cuál es la metodología que usas en tus equipos?
• Solamente en dos clubes me “recomendaron” trabajar con una metodología concreta, pero al final y como siempre suelo hacer tiré más de lógica y sentido que de lo que el típico “gurú” del club venía a “imponernos” al cuerpo técnico, y ojo que lo digo con todo el respeto del mundo, pero lo primero que hemos de tener claro es la realidad del fútbol base, el tipo de entidad que somos y sobre todo que es lo que queremos enseñar a nuestros chavales, lo demás para mí particularmente es vender humo a padres que ven en sus hij@s a l@s futuras estrellas del deporte rey.
No puedo pretender marcar un estilo de juego o ciertos conceptos futbolísticos si como coordinador no me he molestado en ver cuál es la realidad o la base de mis equipos ya que yo puedo estar convenido con el Valencia C.F, Villarreal o At. Madrid pero jamás puedo pretender que mis equipos jueguen como ellos ni aplicarles los mismos métodos por razones tan obvias como que los clubes de élite hacen selecciones de niños, tienen unas infraestructuras mil veces mejor que la de cualquier club humilde y además sus formadores tienen una preparación normalmente mucho más alta que cualesquiera de los que cada fin de semana regalamos nuestro tiempo libre a estos loc@s bajit@s por más titulaciones que tengamos.
¿ A que le das más valor en
estas categorías?
• Sin duda alguna a la formación en
valores a través del deporte tales como el compañerismo, el respeto hacia los
“rivales” y al árbitro, la puntualidad, la uniformidad, tener hábitos
saludables o el no mirar por el resultado si no por la diversión en el campo,
ya que para mí una victoria nunca ha de ser el objetivo sino la consecuencia
del trabajo bien hecho durante la semana.
Es por ello que a mis equipos sobre todo en
categorías tempranas de F-8, siempre les digo aunque sé que les pido un
imposible que se olviden de mirar la tabla clasificatoria y se centren en
intentar aprender lo máximo posible ya que un sistema de puntos no es lo que
nos va a decir si estamos creciendo como EQUIPO y si nos estamos divirtiendo,
ya tendrán tiempo para competir y preocuparse por esas cosas.
¿Crees que los padres
ayudan a los hijos en esta etapa?
• Uf, este es un tema muy peliagudo que
seguro me va a llevar a recibir más críticas todavía pero la verdad que por mi
experiencia y aunque no me gusta generalizar, me he encontrado por desgracia
más bien todo lo contrario. Me consta que algunos lo hacen casi de forma
inconsciente cegados por el afán de ver a su hijo triunfar el día de mañana,
otros porque les venden selecciones de élite, convenios con equipos de 1ª
división y tecnificación con exjugadores TOP, otros porque de alguna manera
quieren resarcir esa frustración que tuvieron al no llegar a nada cuando ellos
jugaban y otros por el simple y mero hecho que no entienden la enseñanza en el
deporte si no es a través de la victoria o un club ganador.
Es muy triste en casi 23 años que llevo de
formador no recuerdo nunca que un padre se me acercara a preguntarme sobre cuál
es mi proyecto formativo, cómo es el trato que tengo con los chavales o mi
experiencia previa gestionando niñ@s, antes me preguntan si he ganado alguna
liga, si hay much@s chic@s en el puesto de su hij@, si van a jugar tod@s el
mismo tiempo o cosas banales de ese estilo.
Pero sí, es cierto que también tengo la enorme
suerte de conocer y haber conocido padres/madres con dos dedos de frente que
tienen los pies en la tierra y me han ayudado mucho con la educación deportiva
de sus pequñ@s.
¿Por qué crees que la gente
no le da la suficiente importancia a los clubes más modestos en las categorías
inferiores?
• La verdad no lo sé aunque puedo hacerme
una idea, primero por lo que te comentaba antes respecto a que los padres nos
creemos que nuestr@s hij@s se merecen lo “mejor”, y te digo por propia
experiencia que no siempre el club más potente o el que está convenido es el
más óptimo para el desarrollo deportivo de nuestros hijos.
Si ya de por sí es difícil dar visibilidad al
trabajo que se hace en la base, imagínate en un club humilde, donde además
cuando uno o varios jugadores destacan tardan poco en ser captados por otros
con más potencial, sin duda alguna es un mal endémico que estamos permitiendo
padres, clubes y federaciones, creo que se debería de proteger más a los
menores y a las entidades con menos recursos ya que sin ellos los más grandes
tampoco hubieran crecido.
Me da pena porque en los últimos años muchos
equipos históricos de mi ciudad han ido desapareciendo ante la falta de
recursos, de ayudas y de niñ@s para formar al menos un equipo por categoría.
¿Crees que los equipos más
potentes apuestan lo suficiente por la cantera?
• Pues si te soy sincero viendo como está
actualmente montado el fútbol diría que en todo caso quienes apuestan y no todo
lo que deberían son las canteras de los equipos de la élite, ya que aunque son
muy pocos los que acaban jugando en el primer equipo de sus correspondientes
clubes, al menos varios tienen la suerte de llegar aunque sea a segunda, pero
sin duda alguna tenemos una cultura que con todo el respeto del mundo creo que
deberíamos de cambiar. Hay que
valorar más el producto nacional por encima de lo que se ficha desde fuera, no
soy un entendido ni juego a ser entrenador profesional, pero estoy convencido
de que Vinicius, Oddegards o Take Kubos en España hay unos cuantos,
solamente hay que saber buscar y trillarse los campos más humildes y hacer un
seguimiento a los Pérez, García o Rodríguez….
Gracias a tu experiencia,
¿has visto muchos niños que van a jugar sin la suficiente motivación como para
poder divertirse?
• Pues sí, más de los que me hubiera
gustado encontrarme y además que lo he podido experimentar en mis propias
carnes donde he tenido chavales que estaban ahí porque al padre o madre de
turno le apetecía que hiciera fútbol o porque como ocurre todavía por desgracia
en muchos clubes, los progenitores tienen el deporte como una actividad
extraescolar más donde poder dejar a sus hijos hasta que pueden recogerlos.
Una parte de esa motivación está claro que debe
salir de nosotros los formadores, pero es muy importante saber la voluntad del
niño y escucharle, ya que puede ser contraproducente obligarle a hacer algo que
no le gusta ni por la que siente motivación alguna.
Otras veces ocurre cuando nos empeñamos en
mover a nuestro hijo de club creyendo que su desarrollo va a ser mejor debido a
que es de un mayor potencial o con más salidas, y no cada niño tiene su propio
tiempo de aprendizaje, sus habilidades y su manera de entender el fútbol que en
estas edades tienen que ir de la mano de forma inequívoca con la diversión.
Hay padres que cada año ofrecen a sus hijos por
varios clubes con la equivocada idea de que de esta manera tendrán la
posibilidad de llegar más lejos, ya que nunca les parece suficiente lo que
enseñan a sus vástagos.
¿Crees que en estas categorías inferiores reina el respeto entre clubes?
• Quiero entender que sí, aunque luego la realidad al menos en el ámbito que yo conozco no es así. Desde becar jugadores para que se vayan a su club a prometer premios individuales por irse con ellos, a venderles a los padres que se va a hacer un equipo alrededor de la figura de su hijo, a decirles que tienen un convenio con un equipo TOP que tiene ojeadores en las gradas cada semana….Son muchas las faltas de respeto que hay comenzando por la falta de integridad de algunos que dirigen dichas entidades.
Y ya si lo extrapolamos al terreno de los técnicos, te sorprenderías de los insultos, falacias y desacreditaciones que sufrimos los formadores por parte de cierto sector de padres forofos y de presidentes del perfil “Jesús Gil”, a mí incluso me han llegado a amenazar de muerte hasta en dos ocasiones.
¿ Qué es
para Héctor el Futbol verdadero?
• Creo que ya no existe o al menos se ha
perdido su esencia tal y como yo lo entendía. Para mí el fútbol verdadero es el
que jugábamos de pequeños, ese en el que nosotr@s mism@s marcábamos
nuestras propias reglas y normas, aquel en el que nos tirábamos toda una tarde
jugando en la calle con dos mochilas o piedras grandes haciendo de porterías y
en el que tod@s íbamos detrás del balón sin importarnos nada.
Era aquel donde no teníamos miedo a fallar un
gol con la portería vacía, donde nos daba lo mismo regatear a cuatro jugadores
del otro equipo de golpe o de tirarnos al suelo lleno de piedras o de chicles
pegados en las aceras.
Fútbol verdadero era aquel donde bajar con un
balón a la calle era ser el amo absoluto esa tarde, donde los enfados por haber
perdido ese encuentro se pasaban enseguida porque estabas entre amigos, donde
disfrutabas y donde lágrimas y abrazos eran verdaderos ya que no eran para la galería
y sobre todo y más importante porque nadie era el campeón ni nadie queríamos
llegar a ser estrellas, solamente queríamos jugar a lo que más nos gustaba con
los amigos…….
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