Hoy volvemos a resaltar una figura importante dentro de un cuerpo técnico y es que esta vez tenemos al técnico canario Diego Acosta. Un joven Preparador Físico que tras finalizar su carrera como futbolista en categorías regionales y 3ª División paso a ser parte del cuerpo técnico de diferentes equipos pasando de ser preparador de porteros, a su actual puesto como Preparador Físico de las categorías inferiores del CD Tenerife:
¿Cuándo empezó la carrera de Diego en el futbol base?
La carrera de Diego en el fútbol comienza en el CD Sauzal, el equipo de mi municipio, de mi pueblo, en Tenerife. Recuerdo que tuve que empezar un año más tarde de lo que me hubiera gustado, porque no había equipo de prebenjamín en el club. Por lo que, ese año antes de empezar en fútbol mis padres me apuntaron a kárate.
Estoy en el CD Sauzal un año, y luego salto al Casavenezuela CF donde paso 4 temporadas, la última de ellas (en alevín de segundo año) cambio el ser jugador de campo por la portería. Ese año también comencé a entrenar en la Escuela Insular de Porteros de Fútbol de Tenerife (siempre entrené con ellos hasta que me fui a estudiar), a la que estaré eternamente agradecido por enseñarme todo lo necesario para ser portero. Quizás ese cambio de posición en el campo hizo que comenzara a ver el fútbol de otra manera, siendo el “bicho raro” del equipo. Los porteros somos diferentes, somos muy diferentes dentro de un equipo de fútbol.
Al año siguiente no teníamos suficientes jugadores para formar un equipo de F-11, por lo que mi equipo se disolvió y acabe fichando en la UD Coromoto. Ese primer año de infantil se acaba rápido debido a una lesión de ligamentos cruzados y menisco en la rodilla izquierda. Aunque nunca llegué a necesitar operación, fue una lesión que me tuvo toda la temporada parado. Al siguiente año decido volver al CD Sauzal para reencontrarme a mí mismo después de la lesión. Conseguimos ganar liga y copa esa temporada, fue una experiencia épica.
Al dar al salto a cadete, decido volver a la UD Coromoto. Ya comenzaba a sentir que esto del fútbol pasaba de ser un disfrute a una dedicación, pasar de lo lúdico a la competición. Esa sensación se acentuó mucho más en el segundo año de cadete. Y, en consecuencia, comencé a tomármelo mucho más en serio. Finalice esta etapa fichando por el CD Sobradillo unos meses antes de que se terminara la competición el segundo año de cadete.
Luego, dio comienzo mi etapa de juvenil. Pienso que es la etapa donde verdaderamente te defines como futbolista y persona, son muchos los cambios y las decisiones que tienes que tomar en esta etapa, y solamente tienes 16-18 años. Se obvia el disfrute por la competición, por el ganar. Y al final hay que tratar de ver las cosas desde otro prisma, al final es solo fútbol. Jugamos para divertirnos, no para sufrir jugando. Maduré muchísimo en esta etapa y más desde la portería, donde tienes gran grado de responsabilidad en el juego. Aprender a superar el miedo al error, a jugar con confianza y levantarte cada vez que fuera necesario.
Mi primer año comienza en el CD Sobradillo, alterno jugar en el Juvenil C con convocatorias con el Juvenil B. En mi segundo año continúo en el Juvenil B y a pocos meses de comenzar la competición cambio de aires y me voy al CD Santa Úrsula. Aquí juego el equipo Juvenil Preferente, donde conseguimos salvar la categoría, y consigo debutar un partido en Regional Preferente, con el equipo que ese año lograría el ascenso a la Tercera División Canaria. Y, por último, mi último año de juvenil lo paso en la isla vecina, al haberme mudado de Tenerife a Gran Canaria para comenzar a mis estudios universitarios. Juego en el Acodetti CF, en División de Honor Juvenil.
Una vez acabó mi último año de juvenil, cuelgo los guantes. Me comencé a dedicar a mis estudios de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. La imposibilidad de estar al 100% en ambas cosas (fútbol y estudios) hizo que la balanza cayera a favor de la formación. Soy de los que piensa que se le debe dar todo a aquello que realizas, y en ese momento no tenía más tiempo disponible para dedicarle todo lo que le podía dar al fútbol, y lo acabé dejando
¿Por qué te especializaste en la Preparación Física?
Realmente no creo que esté especializado en la Preparación Física en sí, sino en fútbol en general. El deporte que lo es todo para mí. El contexto donde he conseguido grandes aprendizajes para mi vida.
Estudiar Ciencias de la Actividad Física y del Deporte fue una decisión sencilla, pues no me veía ni me veo haciendo otras cosas en mi vida. Esa decisión ha generado que mi camino poco a poco haya desembocado en la rama de la preparación física. Por titulación y desempeño profesional soy Preparador Físico, pero también cuento con la titulación de Técnico Deportivo en Fútbol y la experiencia que me aportan mis 8 temporadas siendo portero en fútbol base. Por lo que dentro de mí siento que podría desempeñar funciones de entrenador, segundo entrenador, preparador físico o entrenador de porteros. Todo esto parte de mi motivación por estar lo mejor preparado posible para lo que pueda venir en el futuro.
Actualmente me siento muy identificado con mi rol de Preparador Físico. Me apasiona lo que hago, tener a los chicos en plenas condiciones para que pueda rendir en el partido, ver cómo mejoran desde el inicio de la temporada hasta el final, hacerlos mejorar socioafectiva, coordinativa, cognitiva y condicionalmente… Tratar de evitar sus lesiones, empatizar con ellos desde la cercanía que me da mi rol en el cuerpo técnico. En definitiva, tratar de hacerlos mejorar como futbolistas de manera integral. Los preparadores físicos no solamente somos encargados de la mejora física de nuestros futbolistas, sino que debemos dotar al futbolista de todas las herramientas necesarias para que consiga lograr un desarrollo integral óptimo como futbolista y como persona, más aún en la base.
¿Cómo ha sido hasta ahora tu paso por el futbol base?
Tuve entrenadores que contaron conmigo y entrenadores que no, luego entendí lo difícil que es gestionar un grupo desde el cuerpo técnico. Tuve compañeros que me apoyaban y compañeros que no, equipos que eran casi una familia dentro y fuera del verde, equipos donde cada uno iba a lo suyo, pero luego en el verde íbamos todos juntos, equipos donde por más que se hizo no se pudo conectar, etc.
Situaciones de éxtasis como salvar a tu equipo haciendo una gran parada, ganar un partido importante, ver cómo aquello que entrenas con algún jugador sale luego en un partido, ver cómo los jugadores te dan las gracias por lo que haces con ellos como cuerpo técnico; y situaciones no tan buenas como las críticas, los errores dentro del campo que te hacen sentir responsable, etc.
Mi etapa en fútbol base (como jugador y como componente de cuerpo técnico) ha sido y es fructífera como la vida misma. Me he encontrado con situaciones de todo tipo y de todas he sacado aprendizajes. Soy de los que piensan que todo lo que te pasa tiene un motivo y un aprendizaje detrás. Disfruto de las cosas buenas que me pasan, las vivo a mi manera. Y sobre las cosas malas igual, las vivo y saco aprendizaje de todas ellas, me ayudan a valorar aún más cuando consigues algo bueno.
¿Por qué equipos pasaste antes de llegar a la cantera del CD Tenerife?
Cuando colgué los guantes con 18 años comenzó mi “carrera” como entrenador. Quisiera destacar en mi paso de jugador a entrenador (o componente de cuerpo técnico) una situación que se dio en mi etapa universitaria.
En Gran Canaria coincidí con muchos compañeros de estudios que estaban en mí misma situación, se hacía muy difícil compaginar estudios con seguir jugando de manera federada. En mi primer año universitario formamos un equipo llamado BLUES FC (en alusión al nuestro color de equipaje) con varios compañeros, con el que disputábamos la competición universitaria aficionada Trofeo Rector. Yo actué como delegado encargándome de la inscripción y demás, y sin pretenderlo el grupo poco a poco me fue dando esa condición de “líder”, de entrenador. Yo era el que debía decidir y gestionar el grupo. Pase de querer montar el equipo para seguir jugando como portero a querer montarlo para jugar con ellos, ahí me cambió el chip. Dejé de ser portero para ser “entrenador” de esos chicos, mis compañeros de universidad, mis amigos. No deja de ser un torneo universitario aficionado, pero en ese momento para mí y muchos de mis amigos, significó todo.
Habiendo hecho este inciso, de manera federada como componente de cuerpo técnico he pasado por el CD Lomo Blanco SJA Cadete A (como entrenador en prácticas), UD Las Palmas Juvenil A, B y C (como entrenador y preparador físico en prácticas), Real Tacoronte CF Regional (como Preparador Físico) y Escuela Insular de Porteros de Fútbol de Tenerife (como Director Técnico y Preparador Físico).
Después de toda esta corta pero intensa experiencia, el club de mi tierra y de mi corazón me dio la oportunidad de comenzar profesionalmente como Preparador Físico en su Juvenil C en enero de 2019, y como Preparador Físico en su Cadete A esta temporada 19/20.
¿Se cuida más el aspecto físico estando en la cantera de un club importante?
A nivel insular muy pocos clubes pueden permitirse el lujo de contar con un cuerpo técnico amplio y contar con un PF dedicado exclusivamente a un equipo. En consecuencia, la importancia que se le da dentro del club es mayor, con respecto a los otros clubes de la isla. Dentro del club se tiene clara la importancia que tiene nuestra figura dentro del cuerpo técnico. Y más aún en la etapa de formación, donde es necesario dotar a los chicos de las aptitudes necesarias para que logren un desarrollo integral.
Un buen futbolista sin un soporte condicional óptimo no podrá alcanzar nunca su máximo potencial. Por lo que nuestra tarea dentro del club es dotar de herramientas al futbolista y generar situaciones de entrenamiento que hagan desarrollar sus aptitudes de manera óptima, para conseguir el desarrollo integral y exponencial de sus capacidades como futbolista.
¿Cómo ves el futbol base canario?
Siempre he sido un fanático del fútbol canario, y pienso que somos una región fuerte en cuanto a nivel futbolístico a nivel nacional. En cuanto a nivel formativo, creo que está bastante claro que hay dos clubes principales que marcan la diferencia (CD Tenerife y UD Las Palmas). Bien es cierto que los medios de los que disponemos son mayores en comparación con el resto, pero también es un hecho que hay muy buenos entrenadores y futbolistas en todos los equipos de las islas.
El futbolista canario siempre ha tenido ese algo diferente que todos quieren en su equipo. Casos recientes como el de Jorge, Elliot o Javi Alonso en el CD Tenerife, o Pedri en la UD Las Palmas; o los ya conocidos Pedro, Silva, Jonathan Viera, Omar Mascarell, Ángel, Roque Mesa, y un largo etc.
Futbolistas canarios con calidad hay y habrá siempre. Lo complicado es estar en el lugar adecuado en el momento adecuado y que cuando te llegue la oportunidad la sepas aprovechar, que se te den esos condicionantes que el futbolista no controla para que todo salga bien y puedas llegar al alto rendimiento.
¿Crees que los equipos disponen de suficientes medios para dar una buena formación?
Depende del equipo y depende de la situación, de los objetivos de club. Y de lo que cada club considere como “buena formación”. Para nosotros la buena formación podría ser competir y sacar futbolistas válidos para el primer equipo, pero para otro equipo de las islas su objetivo puede ser puramente social. Por ejemplo: tener un espacio donde los chicos puedan pasar el tiempo disfrutando en grupo y haciendo deporte, en vez de estar en otros contextos. Eso es igualmente valido.
Para valorar los medios se debe tener en cuenta los objetivos de club, y lo que cada club está dispuesto a conseguir y ser consecuente con eso. Pienso que sí, que teniendo en cuenta eso, todos los clubes tienen medios suficientes para lograr dar una buena formación. El tema es saber adecuar el objetivo de cada club a los medios de los que se dispone.
¿Qué es lo más importante dentro de tu área?
Conectar con el futbolista, hacerle ver que lo que entrena contigo a nivel puramente condicional es válido y sirve para la competición. El futbolista siempre quiere fútbol, fútbol y más futbol. Y cuando lo sacas del contexto del campo y te lo llevas al gimnasio o a hacer tareas más generales, debes tener la suficiente mano izquierda para saber convencerlo de que lo que está entrenando contigo le vale para ser mejor en el campo y para ser mejor futbolista.
Admiro a todas las personas que saben convencer al jugador de que tiene que darlo todo, siempre, en cualquier aspecto del entrenamiento. A las personas que saben llegar al futbolista y al grupo.
¿Cómo es tu día a día en el equipo?
Planificamos junto al cuerpo técnico el microciclo semana a semana, distribuimos los contenidos y los tiempos de trabajo. Y luego se realizan las diferentes tareas durante la semana, donde soy el principal responsable en el apartado condicional.
El día a día de entreno es llegar a la Ciudad Deportiva, preparar el material necesario para la sesión, preguntar a los jugadores antes del entreno cómo están, conectar con ellos antes del entreno. Por ejemplo: ver quién está con ánimos o quien tiene un mal día. Saber identificar esas cosas antes del entreno ayuda a su óptimo desarrollo. Luego llevar a cabo la sesión y finalizarla. Esa es la rutina.
Pero cada día es diferente, cada día se dan situaciones que uno no controla y que ha de saber manejar para que el entreno salga bien. Y saber “pilotar” ahí es bonito. Ver como tu equipo progresa día a día, como los chicos valoran tu trabajo y te hacen partícipe de su mejora. Eso es lo bonito y lo que más disfruto con el grupo, sentir que eres parte de su crecimiento y que te lo agradezcan día a día.
¿Puede achacarse una mala temporada por una mala preparación física del equipo?
Sí, claro que se puede, pero una mala temporada no solamente viene dada por un fallo en un aspecto de la planificación. El fútbol es un deporte variable y con multitud de factores que afectan a su funcionamiento, se escapan muchas cosas del control del cuerpo técnico y del equipo en sí. Por lo que, cuando sucede algo adverso que nos hace analizar, creo prácticamente imposible limitar ese análisis a un único aspecto, como puede ser en este caso la preparación física.
¿Cuál es el objetivo claro de un Preparador Físico?
Evitar las lesiones y tratar de tener siempre disponible a todos los jugadores de la plantilla, en un estado óptimo de rendimiento condicional, para que el entrenador pueda tomar sus decisiones de la mejor manera posible.
¿Cómo se trabaja la Preparación física en edades tempranas?
Pienso que, en edades de formación, se debe dotar a la persona de múltiples situaciones y registros motrices, de que aprendan patrones motores diversos y variados. Plantear situaciones de entrenamiento que hagan desarrollar todas sus capacidades de manera exponencial. Que la persona se vea capaz de desarrollar fuerza, resistencia, velocidad, flexibilidad, agilidad, coordinación… en plenas condiciones. Y proponer situaciones variadas para que eso suceda. No limitarnos, no realizar una especialización temprana. Todo lo contrario, ampliar el registro motriz lo más que podamos para generar situaciones variables y de aprendizaje constante.
¿Cómo ves que ha evolucionado la figura del Preparador Físico?
Antes el preparador físico era solamente el encargado de la parcela física, como compartimento estanco. No se conectaba tanto con el juego, no se tenía esa visión holística.
Hoy en día la preparación física exige adecuarse a las situaciones que se dan en el juego constantemente, a los rendimientos fisiológicos y condicionales que tiene el futbolista durante la situación de juego, y trabajar basándonos en ellos. Planificar basándonos en lo que sucede en la competición.
Para entrenar debemos tener en cuenta que no tenemos compartimentos estancos, sino compartimentos interconectados entre sí. La fuerza por si sola, no sirve de nada. ¿De qué nos vale tener un jugador que levanta el 100% de su peso corporal en sentadilla y salta 2m, si no sabe cuando saltar en el campo? ¿Para que nos sirve correr 10km y ser súper resistentes, si no sabemos cuándo y cómo hemos de correr en el campo? Todas esas y más preguntas que podríamos hacernos constantemente.
Todo está interconectado de manera holística, todos los aspectos del juego: condicional, coordinativo, cognitivo, socioafectivo, físico, técnico, táctico, psicológico, etc. Lo llamemos como lo llamemos, el fútbol es un todo, y se debe entrenar basándonos en eso, a las demandas que nos ofrece.
¿Qué objetivos tienes a corto plazo?
Seguir formándome y seguir desarrollándome profesionalmente en lo que me gusta. Exprimir al máximo esta bonita experiencia que me brinda el CD Tenerife y crecer junto al mi club, como PF y como persona.
¿Qué es para Diego el Futbolverdadero?
Un espacio donde compartir, una manera de darte a conocer, un lugar de fútbol donde poder interactuar con personas que disfrutan de tu misma pasión.
Muchas gracias por tenerme en cuenta para realizar esta entrevista, ha sido un placer.
Diego Acosta Siverio.
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