#Entrevistas: Facundo Alvanezzi: «Soy un constructor de proyectos formativos por sobre los nombres y los hombres»

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Volvemos a leer al técnico Argentino Facundo Alvanezzi, que nos cuenta nuevos puntos de vista sobre lo que para él significa el futbol formativo y su trabajo en él.

¿La iniciativa para evolucionar a quienes les pertenece?

La iniciativa por aprender y evolucionar nos pertenece a todos nosotros como sociedad. Es un ámbito intelectual donde debemos cultivarnos para dirigir mejor los entrenamientos, los partidos y la sociedad toda. 

Crecer para mí, significa aprender y transformarte en una mejor versión de ti mismo hasta que se vea reflejado en lo que vivió el entrenador de Baloncesto (John Wooden): donde mencionaba una frase enriquecedora «usted no ha enseñado nada, hasta que ellos hayan aprendido, (en alusión al entrenador y los jugadores) en la búsqueda del aprendizaje recíproco.

Esto conlleva a la toma de la iniciativa como una búsqueda incesante de la creatividad humana en su evolución universal y mía personal por supuesto.

En el plano internacional fui encontrando y moldeando la idea de libertad absoluta para gestionar mi accionar y distinguir entre una marea de gente bien intencionada y no tanto, con quién/quiénes deseo superarme y brindar mi interpretación sobre la vida y el deporte qué me compete en mérito.

Por ello creo qué no he enseñado nada hasta que los futbolistas jóvenes hayan aprendido…

Aquí agrego una frase sugerente de Nick Faldo (jugador de golf) donde dice: qué solo los muy buenos quieren mejorar. Por eso son muy buenos.

Apegando al criterio de los psicólogos americanos (Ron Gallimore-Roland Thart): que en forma extraordinaria dicen, habré enseñado cuando los jugadores hayan aprendido. Ni un minuto antes, ni un minuto después, hasta alcanzar la Élite.

Cómo no sentirme plenamente identificado con el mensaje si adaptándome a las diversas sociedades por dónde voy, transcurro mi estadía elaborando una metodología interpretativa de cómo gestionar el talento y aprendizaje retirándome lentamente para dar paso a las futuras generaciones.

Soy un apasionado constructor de proyectos qué se elevan por sobre los nombres y los hombres. Allí genero una empatía emocional con los futbolistas y formadores de gran calidad humana, pues cuando enseño dejo transparentemente mi alma y pasión al descubierto, solo así las sociedades evolucionadas pueden y deben percibir el don de gente… en su gran mayoría pasamos desapercibidos por la vorágine estructural de abarcar más de la cuenta, por personajes carentes de cultura e intelectos superadores.

Por ello solo los muy buenos ejerciendo su vocación vuelan muy alto generando emociones invalorables en los futbolistas, y envidias mal intencionadas en la sociedad capaz de no comprender qué este es un hermoso juego y no, un negocio de gente inescrupulosa.

¿Basta solo con el aprendizaje y la formación?

No basta solo con aprender, formarte y querer seguir evolucionando, hay que transformarnos y rechazar cualquier zona de confort para seguir exigiéndonos más y así mejorar la práctica y el entrenamiento en la búsqueda de la excelencia deportiva.

Hay que dignificar el fútbol cómo juego y liberar el talento de los futbolistas, cómo así también el intelecto creativo de la sociedad.

De aquí nace una visión creadora e innovadora para ampliar nuestras posibilidades selectivas qué generan más sustento en la raíz del conocimiento.

La matriz educativa mundial qué dio origen a la evolución de la sociedad nos brindó exponentes, cuya riqueza intelectual fue despojada de todo egoísmo plural para retransmitir él bien en común.

Debemos volar muy alto diferenciando las corrientes precursoras de evolución progresiva, por sobre la velocidad lineal dónde no podemos desacelerar para ponernos a pensar.

Por ello formarnos, aprender, evolucionar, retroceder, involución y equivocarnos me mantiene alerta sobre mi nueva evolución.

Soy un joven adulto educándome en un mundo en crisis existencial, lo que me motiva a ser inversamente proporcional al común denominador, es decir, me fascina enseñar por el mundo dejando una huella silenciosa, contrariando al más medio apurado por los resultados ya, ahora.

Allí mi libertad intelectual apoyada en grandes eruditos mundiales cómo: Menotti, Valdano, Guardiola, Cruyff, Guillermo Amor, Pablo Blanco, Borges, Cortázar, René Favaloro, Madre Teresa de Calcuta, Mandela, Gandhi y un largo etc., me rescatan de la sociedad mediocre de la tecnología abstracta y me posiciona del lado de los libros y referentes qué me generan un pensamiento filosófico lleno de libertad para decidir con Mansedumbre.

¿La experiencia que rol desempeña en tu vida?

Soy un convencido de que la experiencia es un tesoro personal que debemos atesorar y descubrir para el desarrollo personal de nuestras vidas, solo así el individuo y el entrenador podrá facilitar el conocimiento y potenciar a los jóvenes y los jugadores de forma excepcional en la eclosión del talento.

Para garantizarte lo expresado apelo a Pep Guardiola (a quién admiro profundamente) donde esgrime lo siguiente: «Para aprender has de experimentarlo. No basta con que te lo digan. Para corregir seriamente un defecto primero hay que haber sufrido sus consecuencias».

Solo así la experiencia tendrá importancia vital en un futuro que nos enfrente con la realidad tangible.

Por ello adquirir coraje para cambiar los sitios donde uno ya no es feliz, es para un grupo selecto qué impulsados por la generosidad de repartir la experiencia profesional le da lugar sustancial a la toma de decisiones.

En este proceso de cambio intelectual me encuentro debido al impulso de direccionar mi instrucción lúdica, muy lúdica y no desvirtuada por quiénes buscan orígenes comerciales.

¿El aprendizaje que es para Facundo?

Me gustaría expresarlo con una frase que dijo Benjamín Britten: Aprender es como remar contra la corriente: cuando se deja de remar, se retrocede. Aprender es el motor de toda evolución.

En el aprendizaje profundo la teoría de Malcolm Gladwell sobre las diez mil horas de práctica para convertirse en «experto», es una materia que ha sido cuestionada por la sencilla razón fundamental: la práctica debe producirse en la dirección adecuada porque de lo contrario es totalmente inútil e ineficiente… a lo que agrego a que sirven tantas horas si equivocamos el camino con fundamentos erróneos y carentes de certezas.

Por lo tanto, para lograr lo mencionado debemos ser artesanos de la formación y la enseñanza, solo así el deportista podrá nutrirse de conocimientos y herramientas válidas en la construcción de una carrera promisoria de jugador de fútbol e individuo de una determinada envergadura social y cultural.

Hoy este aprendizaje está disfrazado por los resultados materiales en de mérito de las evoluciones deportivas.

Yo puedo instruir por años hasta qué aparecen los grandes capitales para destruir el proceso… qué garantiza esto, qué las canteras, fútbol formativo, sector primordial o cómo quieran llamarlo, motoricen la aventura de cortar los avances mesurados a tempranas edades en busca del color del dinero.

Yo seguiré defendiendo al futbolista y no al hombre de «negocios»… Allí mi alma descansa en paz. Por eso mismo remo contra la corriente, allí soy un exponente fiel de un fútbol que por más que se intente copiar, es inigualable e inabarcable a la gente común con aires de superioridad.

¿De qué modo podemos explorar las horas formativas?

Debemos con obligatoriedad introducir valores tradicionales a las horas productivas de enseñanza y formación. En una cultura mundial alrededor del planeta todo, el fútbol ocupa un rol preponderante en la sociedad.

Es desde allí dónde debo y puedo educarme para fortalecer estructuras que se reproduzcan y multipliquen con el pasar de las generaciones.

Paso horas y horas de profundo conocimiento y análisis de las almas y mentes de los jóvenes, retengo es desde allí una excelente plataforma de despegue emocional y deportiva para generar proyectos de avanzada a edades tempranas.

El juego del fútbol puede hacer mucho bien en nuestra sociedad, solo debemos dedicarnos en cuerpo y alma… lo demás, vendrá por añadidura.

¿Es importante tener memoria?

Para realizar todo lo mencionado es muy importante la Memoria en la vida y el fútbol, pues como menciono Jean-Paul» La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados».

Cómo no retener esencial el acto de la memoria individual y colectiva, si la misma nos ilumina por el sendero de la instrucción cultural y el sentido fidedigno de saber que a a través del juego, se nos recuerda y reconoce mundialmente.

¿Déjame una reflexión final facundo?

Para aprender y evolucionar el fundamento de la inteligencia humana es la memoria, es vital que el entrenador induzca a los jugares a pensar y memorizar lo aprendido para estimular los recuerdos en el futbolista.

De allí se desprenderá que cuanto más recuerde y memorice el jugador y el individuo civilizado, mejor podrá actuar e interrelacionarse con el mundo que lo circunda.

Facundo Alvanezzi

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