Hoy vamos a hablar con un joven técnico argentino que empezó su carrera en los banquillos compaginándolo con su profesión, ser futbolista profesional.
Hoy vamos a conocer a Tomás Duben que nos va a contar su experiencia y trayectoria en los banquillos y su opinión sobre este fútbol.
¿Cómo recuerda Tomás sus inicios en los banquillos?
Yo empecé siendo entrenador como un hobbie, como una actividad paralela al ser futbolista profesional, pero con el correr del tiempo me fui enamorando de esta profesión, y cuando uno se enamora y realmente siente lo que hace desde el comienzo, el compromiso y el disfrute conviven y surgen de manera natural. Entonces desde mis inicios que esto lo disfruto mucho, pero asumo también la responsabilidad que conlleva.
¿Dónde has desarrollado tus tareas como entrenador?
Empecé a los 18 años siendo ayudante en una escuela de baby fútbol infantil llamada Club Fragio. Hoy con 27 soy entrenador y a su vez el coordinador general de ese mismo club. Cuando empecé en 2017 teníamos alrededor de 50 alumnos, y hoy hay más de 110, siempre con edades de 6 a 13 años.
Cuando estoy en Estados Unidos, donde soy futbolista, participo en varios campus de fútbol infanto-juvenil (sobre todo femenino que en USA es muy bueno el nivel) para conocer más sobre la metodología de ese país, con el objetivo de seguir enriqueciéndome como entrenador y aportar mi humilde grano de arena.
También trabajé en UAI Urquiza (club de 3.ª división argentina) en un programa de captación de jugadores e iniciación en cancha de 11 para niños, así que también tengo experiencia en la cancha grande también.
¿Cómo ve Tomás su profesión en los banquillos?
Si bien todavía tengo mis proyectos e ideas como jugador de fútbol, con el pasar del tiempo y la edad, uno va pensando a futuro y el ser entrenador ya está instalado en mi mente.
Si visualizo mi carrera me gustaría que sea en constante aprendizaje y evolución para poder brindar lo mejor de mi parte al grupo de jugadores que tenga en frente, sin importar edad o nivel futbolístico.
Mi deseo es seguir creciendo en el futbol infanto-juvenil que es donde más cómodo y capaz me siento, pero el fútbol es tan cambiante como la vida y uno no sabe después donde terminara. Solo hay que estar dispuesto y preparado.
Pregunta difícil: Entrenador o formador?
Me gusta decir que el formador es el que planta la semilla y el entrenador es el que cuida el árbol ya crecido. Entonces al sentirme más cómodo en el futbol infanto-juvenil, te diría que soy formador.
Me apasiona enseñar técnica/táctica, y al mismo tiempo me gusta educar y transmitir valores a mis jugadores. Pero también me puedo adecuar tranquilamente al ser entrenador porque soy competitivo y por mi experiencia puedo brindarle más «herramientas» futbolísticas a jugadores ya formados. Pero hoy por hoy me siento más formador.
¿Cómo es compaginar tu carrera profesional con tu trabajo en los banquillos?
Para mí no es difícil, y hasta es un beneficio. No es que me sienta más capaz que otro porque juego actualmente al futbol, pero creo que eso me brinda un «plus» en cuanto a la perspectiva que tengo de estar inmerso en el futbol actual.
Por ejemplo, a veces intento trasladar a mis dirigidos algunas cosas que yo entrene recientemente como jugador, y al hacerlo me doy cuenta de que también me sirve a mí por estar refrescando esa acción del juego.
Eso está muy bueno, uno está en un ambiente de aprendizaje constante.
¿El objetivo de la formación en la base debe ser?
En la base no nos podemos olvidar que tenemos un papel muy importante en el desarrollo del jugador y a su vez de la persona. Entonces el objetivo principal es transmitir la pasión y el amor por el futbol, que disfruten del juego.
A todos nos gusta ganar, pero ya va a haber tiempo de preocuparnos específicamente por eso, mientras tanto hay que jugar y aprender.
Y después fuera del futbol obviamente tenemos que educar, trasmitir valores, fomentar el compañerismo, etc.
¿Es difícil trabajar en el futbol infantil recreativo en un país tan pasional con el futbol como Argentina?
No es difícil, pero hay que estar preparado. En un ambiente de futbol base y recreativo, tengo que ser consciente de lo que voy a transmitir tanto a los jugadores como a sus padres, en todo sentido.
Un ejemplo: no le puedo reclamar todos los fallos al árbitro si después pretendo que los padres de mi equipo no lo hagan.
Entender el contexto de donde estoy, para que estoy, qué objetivo tengo con los chicos que tengo a cargo, qué imagen quiero brindar. Después obviamente todos somos competitivos y queremos ganar… pero el enfoque, en el futbol infantil y recreativo no se puede perder jamás.
¿Qué es para Tomás el futbolverdadero?
El futbol verdadero está en cada jugador de ascenso que entrena todos los días y cobra poco, en cada entrenador que planifica anticipadamente las clases de sus equipos de manera minuciosa para que todo le salga bien y quizás no es bien remunerado, en cada cancha que tiene mezclas de pasto y tierra, en cada directivo que pone plata de su bolsillo para mejorar las instalaciones de su club.
Y también está en ustedes entrevistando y dando a conocer entrenadores del futbol infanto-juvenil que muchas veces son menospreciados en los propios lugares donde trabajan. El futbol verdadero es el que se comparte, se transmite, se pregona y se difunde por el amor al juego.
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