El futbol femenino está en fase de crecimiento y cada vez son más los entrenadores/as que están formándose y dedicándose a ello para que nuestras niñas puedan disfrutar de los que más les gusta, que es el futbol.
Y este entrenador madrileño, prácticamente desde sus inicios empezó en este mundo, en el cual sigue inculcando valores, ilusión y muchas ganas para que todas sus jugadoras, por los equipos que ha pasado disfruten día a día del balón.
Hoy hablamos de su trayectoria, nos muestra sus conocimientos y opinión sobre este futbol Miguel Ángel Quejigo.
¿Cuándo empezó Miguel Ángel su etapa de Entrenador?
Pues empecé sobre los 20 años, estaba en la carrera y las prácticas de sistemas de entrenamiento las podía realizar en fútbol, en atletismo, baloncesto… Yo tenía claro que iba a ser fútbol y la oportunidad se me dio en la Fundación del Rayo Vallecano. Desde ahí, fui creciendo y madurando dentro del club viviendo infinidad de experiencias que fueron haciendo cada vez más fuerte la idea de intentar dedicarme a esta profesión.
¿Cuál fue el primer club al que dirigiste?
Fue en la Fundación del Rayo Vallecano. El primer equipo que entrené era el Benjamín F, un equipo mixto que competía en Juegos Municipales en el barrio de Vallecas. Fue una bonita experiencia y aún hay jugadores/as de ese equipo a las que sigo a diario y con las que tengo contacto.
¿Cómo empezó tu aventura por los banquillos del femenino?
Pues la primera experiencia fue en ese equipo mixto benjamín, desde ese momento, siempre he estado ligado un poco al fútbol femenino. Llevé varios equipos en el Rayo (benjamín, alevín, infantil…) y lo compaginaba siendo el coordinador de la escuela femenina del club.
¿Cómo recuerdas esas primeras sesiones de entrenamiento?
A la memoria se me vienen momentos bonitos, pero sobre todo con nerviosismo. Nerviosismo por mí poca experiencia en los banquillos, por estar muy verde a la hora de realizar entrenamientos, por intentar que las jugadoras siempre se llevaran un aprendizaje, futbolístico o del día a día…
Echo la vista atrás y la verdad que entrenando era un desastre y tenía mal organizadas las tareas y la forma de realizarlas… pero supongo que eso me pasará dentro de 10 años cuando piense en el Miguel Ángel actual… Mi intención es renovarme, mejorar, aprender de los que me rodean y no conformarme con lo que tengo.
¿Por dónde te seguiste formando?
A partir de ese momento, sabía que quería seguir aprendiendo. Me saque los cursos de entrenador en para poder saber cómo hacer mejor las cosas, empecé a leer artículos, en general, a interesarme cada vez más por conocer mejor el fútbol y todo lo que le rodea.Después de todo esto, se me fueron dando oportunidades, estuve en el cuerpo técnico del Femenino B con Patricia González, de la cual aprendía a ser constante y querer mejorar.
Más tarde estuve en el cuerpo técnico del Juvenil DH y el filial masculino con Diego Merino y Héctor Carrión, que fue la etapa de mayor aprendizaje futbolístico en cuanto a metodología, conceptos, análisis propio y de rival… Estos años fueron mejor que un máster para mí, me ilusionaba saber que estaba creciendo a pasos agigantados.
¿Qué es lo que más aprendiste de esos primeros años?
Sobre todo aprendí que ese quería que fuera mi camino. Pero evidentemente, en el día a día muchas cosas… porque mi experiencia era muy escasa y necesitaba aprender de la gente que me iba rodeando, sabía que tenía que aprovechar esa formación que estaba teniendo, tanto académica como de campo y, la verdad que creo que la aproveche al máximo además de que intenté aportar todo lo que sabía por mi parte.
Miguel Ángel en el banquillo observando el partido Miguel Ángel dando órdenes en un partido
¿En qué basas tus entrenamientos?¿Utilizas alguna metodología concreta?
Mis entrenamientos se basan en la mejora individual de la jugadora, de potenciar sus talentos o características individuales y completarlas con carencias que puedan tener. A partir de esa mejora individual diaria, le doy mucha importancia a la interpretación del fútbol a nivel colectivo, la ocupación del espacio en función de dónde se le puede hacer daño al rival y la interpretación de lo que pueden hacer en cada momento del partido en función de lo que tengan enfrente y en cómo se esté desarrollando el encuentro.
Me gusta mucho el análisis en general, tanto del rival como de nosotros como equipo, trabajo mucho con vídeos individuales y colectivos con las jugadoras porque creo que es una buena herramienta para que ellas tengan una perspectiva diferente a como lo viven en el campo.
Dentro de esto ¿Qué es lo más importante dentro de tus equipos?
Pues la verdad que creo que soy un entrenador muy exigente, tanto en el día a día para que cada sesión salga al máximo de cada uno, como en el desarrollo de los partidos. A veces esa exigencia no es buena porque puede generar frustración cuando no salen las cosas, tanto en mí como en el equipo. Pero creo 100% en el trabajo diario, al cual le doy una importancia grandísima y así se lo hago saber a las jugadoras.
Sin embargo, me considero un entrenador cercano también, es importante para mí el trato personal con todos los integrantes del equipo, tanto con las jugadoras más habituales como con las que no tienen esa oportunidad de ser tan importantes.
Me preocupo por la jugadora en el día a día, no solo en lo deportivo, en sus aspectos personales, académicos y emocionales, intento apoyarles y hacerles sentir que tienen una ayuda siempre que ellas lo necesiten. Creo que todos rendimos más y mejor cuando hay confianza en los que tenemos alrededor y sentimos que ese apoyo es real.
¿Cómo has visto la evolución del femenino?
Realmente creo que ha crecido tan rápido que a muchas jugadoras, entrenadores y clubes les ha pillado con poca capacidad de reacción. Es decir, ha crecido de una forma exponencial en los últimos 5-6 años y eso ha hecho que todos tengamos que aprender sobre la marcha lo que supone esta evolución.
Es una evolución profesional, de crecimiento en las infraestructuras, en los contratos, en el aspecto condicional de las jugadoras, en la dedicación de los cuerpos técnicos, análisis, entrenamientos, metodologías… todo ha sido tan rápido que hemos tenido que ir mejorando o intentando mejorar todos a esa velocidad.
¿Qué diferencias crees que existen dentro del futbol femenino y el masculino?
Son incomparables, más allá de que tienen mismas reglas, es mismo deporte, se juega con el mismo implemento… la evolución del fútbol femenino debe hacerse aparte de la del masculino. Se pueden tener algunas referencias como puede ser la preparación física, la nutrición, la mejora de las infraestructuras y de la calidad de entrenamiento para que la jugadora sea mejor.
Pero, aun así, todo eso debe ser mirado con lupa para el femenino, porque la morfología de la mujer es diferente, los recorridos que hacen en competición, las demandas físicas que esta supone para ellas… Por ejemplo, hay lesiones más frecuentes en la mujer que en el hombre (y viceversa) por su constitución, como puede ser la lesión del ligamento cruzado anterior (LCA).
Por otro lado, está el ciclo menstrual, del cual hay pocos estudios aún, pero se está empezando a tener muy en cuenta para poder mejorar el rendimiento de la jugadora de fútbol.
Además, creo que el crecimiento del fútbol femenino, aunque ha sido tardío, está siendo más rápido que el que ha sufrido en toda la historia el fútbol masculino, y eso conlleva a ser más cautos para evitar dar pasos en falso en todo lo que esto supone.
¿Cómo ves tu la formación dentro del femenino?
Las mujeres, hasta hace bien poco, entraban tarde al deporte, en edades muy avanzadas con respecto a sus homólogos masculinos, además de que los entrenadores de los que disponían las jugadoras no les ayudaba para generar unos hábitos y una base en ese deporte. Además, esto hacía que se empezara a hacer un deporte habiendo superado el periodo crítico de aprendizaje de las habilidades técnicas y eso conlleva a un crecimiento menor de dichas habilidades.
Sin embargo, en la actualidad, las niñas, y la sociedad, ayuda a que esa iniciación en el deporte se realice en edades más tempranas y con una formación de base mucho más enriquecedora. Por estas razones, creo que en los próximos 4-5 años vamos a ver un nuevo crecimiento en el fútbol femenino, porque esas niñas, con una mejor formación de base, con más años de práctica dentro de su etapa de aprendizaje, van a llegar muy fuerte a la élite del fútbol femenino.
¿Cómo has evolucionado durante estos años hasta llegar hasta el futbol profesional?
Con prudencia sobre todo y con intención de mejorar, tanto en la faceta personal como en la profesional. El fútbol es un mundo muy bonito, pero también es duro, hay muchos intereses y es difícil gestionar todo emocionalmente, por esta razón, creo que la forma más sensata de hacerlo es con calma, con ganas de aprender de todo el mundo y sobre todo echándole muchas muchas horas, las cuales a veces no son recompensadas… Quizás, a veces nos pueda parecer injusto, pero yo sé, que a la larga, el trabajo y el esfuerzo tienen que verse recompensados.
Miguel Ángel observando el partido de su club Miguel Ángel dando órdenes en el entrenamiento
¿Qué es para Miguel Ángel ser entrenador?
Ser entrenador implica muchas cosas, además de que no hay dos entrenadores iguales. Siempre somos mejores en algo y somos peores en otras cosas… En esta profesión tienes que dominar la metodología con la que trabajas, las tecnologías que se pueden utilizar, tienes que ser muy bueno en las relaciones personales, en la gestión de personas y grupos de personas.
Creo que es primordial el ser estable en el aspecto psicológico, es decir, no ser eufórico cuando las cosas vayan bien, ser crítico y saber que se tiene que seguir mejorando, y tampoco ser catastrofista cuando las cosas vayan mal en cuanto a resultados. Saber que en todos los aspectos del día a día se han hecho cosas correctamente y cosas que son mejorables y es importante ir aprendiendo en ese proceso en el que se supone que tú estás enseñando. Es una formación continua que no cesará hasta que no dejes la profesión.
¿Como esta siendo esta temporada tan atípica para Miguel Ángel?
Ha sido una temporada de muchos cambios en planificación, en la forma de hacer las cosas, en las posibilidades que se iban presentando y otras que se iban retrasando o eliminando por la situación de la pandemia. Creo que ha habido mucho aprendizaje, pero también ha sido duro, manejar las cargas por discontinuidad de la competición, los aplazamientos de partidos que suponía tener que cambiar planes de partido o cambiar días de entrenamientos, manejar las relaciones personales de una forma más fría, incluso el ver vídeo con el equipo por videollamadas en vez de en forma presencial.
Reducir los grupos a la hora de querer transmitir ideas, la frialdad de las limitaciones en el uso de los vestuarios que era algo sagrado en el fútbol… todo ha influido en que tengamos que seguir evolucionando, pero creo que nos ha hecho ser conscientes de lo que tenemos y valorar la vida y el fútbol de otra manera.
¿Qué es para Miguel Ángel el Futbolverdadero?
Para mí, es el fútbol cercano al espectador, el que transmite los valores del deporte de equipo, de unión del grupo, del trabajo conjunto por un objetivo común. El fútbol verdadero es el que nos enamora cuando somos pequeños, la pelota que tanto queremos tener en nuestros pies para conseguir marcar el gol de nuestros sueños. Para mí, esa es la esencia del fútbol y es la esencia que nunca debemos perder, estemos donde estemos.
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