Antes de comenzar esta entrevista hay que ponerse en contexto. España ese país dónde todo el mundo opina de todo. Todo el mundo sabe de todo (en temas de fútbol, sobre todo).
Donde se cree que vale más una opinión de un padre/madre/familiar/amigo que la de un entrenador titulado para ello.
El tema que vamos a tratar para comenzar será “competir” en edades tempranas. Hoy en día parece que es un delito que niños benjamines o alevines compitan. Insisto y lo repito siempre que me piden opinión. Competir no es ganar. Competir no es meterle 15 goles al rival. Competir no es que jueguen los mismos jugadores todo el rato.
Primero de todo añadiremos la definición de competir según la RAE:
1. intr. Dicho de dos o más personas: Contender entre sí, aspirando unas y otras con empeño a una misma cosa. U. t. c. prnl.
2. intr. Dicho de una cosa: Igualar a otra análoga, en la perfección o en las propiedades.
Vamos a comenzar por el Inicio por ejemplo los benjamines.
Tu obligación cómo entrenador es la de formar personas y jugadores. En mi opinión ( y creo que estoy en lo correcto) para formar a alguien tienes que explicarle además de conceptos contextos.
Por lo tanto: una semana de benjamines en la que hemos trabajado por ejemplo no sé. Control y pase, lo más sencillo. Por qué los niños no pueden competir contra otro equipo utilizando lo aprendido, es decir:
Pueden jugar el sexto y el octavo clasificado y que compitas utilizando lo aprendido. Puedes competir el partido utilizando el control y el pase. ¿Puedes adaptar dicho control y pase a diversas situaciones de partido (juego directo, por ejemplo) esto no es un proceso de formación del niño? No dejo de leer artículos en los que se desprende que el “competir” siendo benjamines o alevines poco menos que parece un delito.
Asociamos una victoria 20-1 a competir y eso no es cierto. Competir es dotar a tu equipo de recursos para afrontar el partido del rival.
Se puede competir sin violencia, sin tensión de forma limpia. Pero por favor dejemos de asociar la palabra competir con ganar porque es una “gran mentira”
Si mi equipo X tiene un partido “cómodo” he de dotar a mis jugadores de recursos y no humillar al rival. Ponerle diferentes retos. Dichos retos también son competir.
Partido primer clasificado contra tercero. Partido igualado, donde a los niños les va a exigir lo mismo que les exige un examen en el cole (el competir consigo mismo y sacar la mejor nota posible), lo mismo que le exigimos en aspectos de comportamiento a dichos niños.
Por favor, empecemos a diferenciar la palabra humillar, de ganar, de competir.
El “culpable” de estas cosas no dejan de ser las personas que forman a dichos niños. Quizás yo como padre debo preguntarme: ¡quiero competir, pero no humillando a nadie!
Aquí somos nosotros los entrenadores/ coordinadores los que debemos proporcionar diferentes orientaciones a los niños con el fin de que puedan competir sin tener que “golear” a ningún adversario.
Para acabar me gustaría añadir una reflexión entorno al fútbol base, en mi humilde opinión estamos protegiendo demasiado a los niños, me explico: los niños ya no van al parque, los niños ya no viven experiencias, los niños tienen que exigirse lo máximo. Y si después por el motivo que sea no lo consiguen al menos explicarles que han hecho todo lo posible para llegar a su máximo.
Tras la breve reflexión anterior respecto a lo de competir en el fútbol base vamos a tocar otro tema “Estrella”:
¿Fichar o no fichar en edades tempranas?
En primer lugar, debemos poner algo en contexto. Los niños a partir del 30 de junio no son de nadie más allá que de sus padres, esto es algo que se nos olvida constantemente a las personas que conformamos los clubs.
Que derecho tenemos nosotros como entrenadores, responsables de clubs, personas de fútbol subiendo un texto a Facebook acusando a X equipo por haber llamado a un niño para su club. O mejor dicho a su tutor.
¿Acaso en el colegio cuándo un niño se cambia se un colegio privado a otro el colegio inicial sube un mensaje despectivo sobre el otro colegio privado?
Debemos comenzar ya a entender que no somos los dueños de nadie, ni nosotros ni nadie. Una vez finalice la temporada un niño sea prebenjamín, benjamín infantil etc.… puede hacer con su vida todo aquello que entre dentro de la legalidad.
Como por ejemplo un niño que cambia de baloncesto a waterpolo (por poner un ejemplo más)
Yo soy partidario que a nivel de cordialidad entre clubs se avise al club contrario de que tienen interés en el niño. Pero avisar no es pedir permiso. Avisar es informar para seguir manteniendo una relación entre clubs.
¿Quién soy yo como club para enfadarme con X padre por llevarse a su hijo de mi club? ¿Quién soy para criticar a otro club por querer contar con mi jugador? ¿Acaso le he puesto una pistola al padre para “obligarle” a irse?
Acaso no estamos en un país democrático donde la lección debe de ser libre.
Otra cosa sería el llamarlo para que cambiara en “medio” de la temporada. Tu durante una temporada organizas a partir de los niños que tienes por lo tanto cualquier movimiento que se produjera en medio de ella debe ser con el ok del club “perjudicado”.
Pero volvemos al tema principal. El fichar un jugador en Julio o en Agosto.
Leo constantemente numerosos artículos donde los clubs grandes desmontan a clubs pequeños llevándoles a jugadores. Cierto es.
Pero por desgracia hoy en día pasa lo siguiente: “el pez más grande siempre come del pez más pequeño” a los clubs más representativos de las ciudades también les llevan jugadores los clubs más potentes de las comunidades autónomas y así sucesivamente. Suena fuerte, pero por desgracia el “ciclo” es así.
Claramente debemos ver contestos, si un club tiene los niños justos no debemos “desmontarle” el equipo, podemos llevar al niño a torneos con nuestro club, invitarlo a entrenamientos etc.… siempre hay soluciones.
La cuál me llama mucho la atención es esos clubs que juegan a f8 y tienen 14 jugadores, se les van 2 jugadores a otro club por el motivo que sea y entran en cólera porque ya no ganan, mientras durante la temporada te venden que son un club humilde y que lo de menos es el resultado. El mundo del fútbol ese mundo tan frívolo , en el cuál entrenadores, familiares, responsables de clubs solo miramos para nuestro ombligo.
Si un jugador mío quiere irse para otro club debo respetarlo. No vender que hay clubs que son mercenarios de niños. Además, palabras exactas “mercenarios de niños”.
Yo he estado en los 2 lados, clubs humildes y clubs grandes. Y son respetables todas las opiniones, pero claramente sin decir salvajadas. Olvidemos que mandamos en los niños. No somos nadie, ni el club grande ni el club pequeño. Son niños. Jugarán donde sus tutores legales consideren.
Esto pasó, pasa y pasará siempre. Dejemos de subir tonterías de redes sociales (cuánto daño ha hecho las redes sociales en todos los aspectos del deporte).
Hoy en día por desgracia todo el mundo puede opinar de todo.
Y así nos va.
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