Ayer fue un día especial en Bilbao y para el Athletic. Y es que nos jugábamos el pase a una final de Copa que se veía como histórica, y no por el hecho de llegar, sino por el hecho de que si llegábamos jugaríamos dos finales de la Copa en apenas 15 días.
Esto se debe a esta pandemia que estamos viviendo. Y es que ya la temporada pasada de la mano de Gaizka Garitano conseguimos pasar ronda tras ronda hasta eliminar a un gran equipo en Semifinales como fue el Granada.
Se pospuso la final debido a todas las restricciones del momento. Se luchó para que hubiera publico en la grada ante una final también histórica entre dos equipos vascos, que hacia muchísimo tiempo que no ocurría. Pero paso el tiempo y no pudo ser. Por lo que finalmente se jugará el próximo 3 de abril, sin público en Sevilla.
Y con lo conseguido ayer, de la mano de Marcelino se ha conseguido de nuevo llegar a otra Final. Por lo que dos años seguidos llegando a la final del torneo del KO, que tanto nos gusta en Bilbao.
Pero lo cosa no que aquí. Y es que hace tan solo tres meses, estos jugadores campaban por el campo sin ganas, sin alma y les costaba hacer disfrutar a una afición que nunca da la espalda. Incluso había pesimismo en el cuerpo técnico.
Y tras el cambio de entrenador, llego la revolución. Llegó un Marcelino que se sabía con polémica por sus palabras del pasado hacia el Athletic. Pero con el conocimiento de su gran capacidad de trabajo, conociendo su trayectoria. Llego con una ilusión que era intentar reconstruir un equipo que estaba en horas bajas.
Llego encima con tan solo 14 días para luchar por su primer título y todos sabemos como acabo. Con el Athletic ganando ambos partidos ante el Real Madrid y FC Barcelona, haciendo épicos partidos y desplegando un juego que hacia mucho que no se veía en Bilbao.
Poco a poco Marcelino fue inundando sus ideas a sus jugadores, su método de trabajo, incluido parte importante, el psicológico. Y es que los mismos jugadores que apenas unos días antes de su llegada, les costaba ganar un partido, el cambio ha sido radical.
Una nueva mentalidad, un cambio de juego y una nueva ilusión. Conseguido el primer objetivo por Marcelino, le tocaba seguir remando para enderezar a estos jugadores que están demostrando el valor Athletic.
Marcelino le está dando su toque. Ayer se demostró su unión con la plantilla, una unión entre jugadores y cuerpo técnico. Cuando todos luchan en el mismo camino, los objetivos se logran y eso es lo que está pasando.
Un paso a la épica, podemos lograr algo que nunca antes nadie ha hecho. Y además con la condición que nos hace diferentes, solo jugadores de la tierra, formados en nuestras canteras, con un sentimiento Athletic inapelable. Y Marcelino se ha empapado de ello y está demostrándolo en cada entrenamiento, en cada rueda de prensa y en cada partido.
Ayer se consiguió llegar a una nueva final, luchar por un título, volver a disfrutar de esa oportunidad única. Podemos lograrlo y los jugadores de Marcelino lo saben, porque como siempre se ha dicho, el Athletic es una cuadrilla en la que se viene a disfrutar del futbol, pero que se siente como en ningún otro lado.
Porque nuestra historia nos lo permite, porque podemos hacer de nuevo historia, porque de la mano de Marcelino, hemos vuelto a creer, hemos vuelto a disfrutar y esto nadie nos lo va a quitar.
Bizi Ametsa! Gu Gara Athletic!
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